Pujol se reserva para unas elecciones autonómicas posiblemente adelantadas

El presidente Jordi Pujol ha dejado para más adelante el proyecto de introducir cambios políticos y organizativos en su Gobierno, que no abordará hasta el Ejecutivo que forme tras las próximas elecciones autonómicas, siempre con la perspectiva de que' las volverá a ganar. En el calendario que Pujol tiene en mente figura el adelanto de esas. elecciones a finales de 1995, ya que considera prácticamente inevitable que Felipe González caiga en el primer trimestre de 1996. En medios nacionalistas se considera como "muy probable" que Pujol comunicara sus previsiones a González en su última entrevista.El socio democristiano de Pujol, Josep Antoni Duran Lleida, lo explicó claramente el martes: no debe haber elecciones anticipadas en 1995 porque eso entorpecería la recuperación económica y desluciría la presidencia española de la Unión Europea. Pero el panorama de 1996 es otro. En ese año deberían introducirse reformas estructurales en el campo socioeconómico, a menudo impopulares, que requerirán un Gobierno capaz de plantearlas y aplicarlas. Duran señaló que consideraba "difícil" que el actual Gobierno estuviera en condiciones de acometer esa tarea.

Las elecciones autonómicas no pueden coincidir con las legislativas, por un principio compartido por todas las fuerzas políticas catalanas. Y a CiU no le conviene que se celebren después -a los socialistas, tampoco-, porque una victoria del PP en las legislativas tendría repercusiones electorales poco deseables para sus intereses.