Arsenio resiste el temporal

El Deportivo mantiene el rumbo en medio de la galerna. La rebelión a bordo ha dejado un extraño ambiente en la nave gallega, pero Arsenio Iglesias conserva el pulso al frente del timón. Los tripulantes ya no protestan: se limitan a cumplir su trabajo. A la espera de que luzca otra vez el sol en La Coruña, el Deportivo ha acumulado ya dos victorias consecutivas. La de ayer tampoco estuvo acompañada por el buen fútbol aunque dadas las circunstancias lo único que se podía esperar era que el equipo evitase su descomposición. De momento, parece lograrlo. Eso sí, las pruebas de ayer tampoco fueron demasiado temibles: un rival apañadito y un árbitro con tendencia a la astracanada.Se había apostado en la víspera por un cambio en el sistema de Arsenio. Todo se quedó al final en una pequeña remodelación para colocar a Donato en el centro de la defensa y a Manjarín en el carril del ocho. Al minuto de juego, el horizonte estaba ya despejado. La defensa del Albacete ni siquiera había marcado aún el terreno cuando irrumpió Nando en el área para marcar un gol atípico en un lateral, un tanto que llevaba la marca de los delanteros oportunistas. Nando, un zurdo que reúne casta y talento, fue ayer lo mejor del Deportivo.

El gol no desencajó al Albacete. Lejos de capitular, los de Benito Floro mostraron arrojo y decisión. Aunque sus recursos son limitados, el Albacete exhibe una concepción del juego pulcra y sencilla. Toca el balón con paciencia, encauzado siempre por la calidad de Zalazar. Los manchegos lograron poner al descubierto a Mauro Silva, muy lejos aún del poderío físico que ha hecho de él uno de los mejores centrocampistas del mundo. El Albacete se hizo con el ritmo del partido hasta amenazar la precaria ventaja deportivista. Le faltó pegada y capacidad de sorpresa.

Si el encuentro tuvo vida hasta el final fue gracias al árbitro. García-Aranda ya había comenzado la tarde repartiendo tarjetas entre todos los invitados. Al inicio de la segunda parte, dio el retiro a Fran tras una protesta que no pareció. excesivamente airada. La traca final del colegiado fue un misterioso penalti de Nando a Fonseca.