IU pacta sus listas en el último minuto

Hicieron falta cinco horas para que las cuatrofamilias de Izquierda Unida (mayoritarios, ortodoxos, renovadores y ecosocialistas) cerraran anoche un acuerdo. sobre la oferta electoral del próximo mes de mayo. Al final, con la "resignada abstención" de los representantes de Nueva Izquierda -que mantienen unos apoyos del7,5% de la coalición-, se aprobaron las. dos candidaturas a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid. Francisco Herrera será el candidato al Ayuntamiento y Ángel Pérez, a la Comunidad.

El Consejo Político Regional eligió a Francisco Herrera como candidato a la alcaldía de Madrid, puesto en el que repite. El coordinador regional de IU, Ángel Pérez, consiguió auparse en lo más alto de la lista a las elecciones autonómicas. Será el nuevo aspirante de la coalición a la presidencia regional, en sustitución de Isabel Vilallonga, que renunció hace un mes a pugnar por continuar en la candidatura regional.Para designar al resto de candidatos funcionó la calculadora. Cada corriente obtuvo el número de puestos en función del porcentaje de representantes que tenía en el Consejo Político. Una pura distribución matemática que tuvo una excepción: José Luis Pestaña, concejal madrileño, avanzó un puesto en la lista gracias a la amenaza anunciada por su corriente, Nueva Izquierda, de presentar listas alternativas. Esa acción hubiera ocasionado una nueva fractura en la coalición madrileña.

Ángel Pérez prefirió entonces el consenso. "Era necesario en la medida en que era posible", comentó al acabar la reunión.

El acuerdo definitivo llegó cinco minutos antes de las votaciones. No hubo candidatura alternativa, pese a que la corriente Nueva Izquierda se mostró disgustada con el resultado final.

La senadora Isabel Vilallonga, principal representante de Nueva Izquierda, mostró su desacuerdo con la decisión adoptada: "Hemos conseguido retirar el veto al concejal Pestaña, al que habían colocado en un lugar que no garantizaba el escano, pero el resultado final es modesto e insatisfactorio". Para Vilallonga, no es la mejor de las listas posibles. "Pero desde. ahora trabajaré para superar todas las dificultades y que esa candidatura de Izquierda Unida coseche los mejores resultados".

De las listas de la coalición han desaparecido algunos diputados regionales de Izquierda Unida que se alinearon hace tiempo en la corriente Nueva Izquierda. La división interna de la coalición ha dejado en el camino a Pedro Díez, presidente de la Asamblea, y los parlamentarios Luis Alonso Novo y Adolfo Gilaberte. "Lamentamos que no se haya valorado el trabajo y esfuerzo de nuestros compañeros", señaló ayer Javier Doz, diputado regional de la corriente Nueva Izquierda que mantendrá su lugar en la candidatura.

En el Ayuntamiento de Madrid, cinco de los seis ediles actuales mantendrán su asiento aunque uno de ellos, Franco González, diputado nacional, sólo podrá ocupar el sexto puesto en la lista (en 1991 fue segundo tras Francisco Herrera). González deberá abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados si quiere competir en los comicios locales.

José Antonio Moral Santín, presidente de Telemadrid y diputado de Izquierda Unida, anunció ayer públicamente su renuncia a ocupar un puesto en la lista, pese a que la corriente mayoritaria le había elegido en tercer lugar. "Después de ocho años de trabajo deseo cambiar de escenario, aunque seguiré empleando mi esfuerzo en el Consejo Federal de Izquierda Unida".

La cita era a las 19.30 pero, como suele pasar, la sesión comenzó media hora tarde. Claro que esta media hora fue aprovechada por el Consejo Político regional de Izquierda Unida para, en el bar, en el vestíbulo, en la puerta de la sala, o en la escalera hablar, comentar -a veces maldecir- e informarse de la última, novedad. Que concurrieran cuatro corrientes diferentes -algunas enfrentadas de manera clara- fue un hecho que aportó sal, mucha pimienta y a veces mucha mala leche a las conversaciones prereunión.

Los comentarios eran parecidos a los que se pueden escuchar a la hora del café en cualquier empresa. "Mira éste que bien colocado que está y lo poco que ha hecho", decía una mujer en el bar. Después, la sesión. Ángel Pérez, coordinador regional de Izquierda Unida, leyó, para empezar, una lista consensuada en un principio por tres corrientes. Y empieza el turno de palabra. Tres minutos para todo el que quiso. Conforme pasaba el tiempo, el cansancio iba mellando la resistencia de los asistentes. Los miembros del consejo sin mucha proyección decían su discurso entre cuchicheos y miradas al techo de los asistentes. Pero cuando personajes de más fuste de la política regional se subían a la tarima el silencio se imponía otra vez. La autorización de fumar en la sala no ¡impidió las charlas de pasillo.