Tino Carraro, actor italiano

El teatro italiano llora la muerte de uno de sus mayores actores, Tino Carraro, de 84 años, 50 en escena, símbolo junto al director Giorgio Strehler del Piccolo Teatro de Milán, institución, que a partir de la posguerra simbolizó la vanguardia teatral en el país. "Con Tino se ha ido una parte de mi vida, una parte del Piccolo Teatro, y sin duda una parte del teatro universal", dijo Strehler al comunicar la noticia de la muerte, que se produjo la madrugada del viernes en el hospital Fatebenefratelli de Milán.En 1993, la Accademia dei Lincei de Roma le concedió a Carraro el doctorado honoris causa, una distinción que en su centenaria historia había concedido una sola vez a otro actor, el británico sir Laurence Olivier.

Nacido en Roma el 1 de diciembre de 1910, hijo de un linotipista, Carraro fue empleado de banco antes de descubrir, al terminar la II Guerra Mundial, que su pasión y su destino estaban sobre un escenario. Tras hacer sus primeras armas en Roma y, Milán -entre 1944 y 1946 compartió cartel con una compañía, de la que formaba parte el entonces joven Vittorio Gassman-, en 1952, Carraro "fue descubierto" por Strehler y la compañía con la que realizaría sus trabajos importantes durante 40 años.

Antidivo por excelencia, pudoroso, casi tímido, en el escenario era grande, y su nombre quedará vinculado para siempre a los personajes shakespearianos que en Italia interpretó como ningún otro: Rey Lear, el Próspero de La tempestad, Coriolano, el Bruto de Julio César. Fue también el Pantalón de Arlequín servidor de dos patrones, de Luca Goldoni, una puesta en escena de Strehler para el Piccolo que recorrió el mundo y que 30 años más tarde sigue siendo el modelo con el cual tiene que confrontarse cualquier otra lectura e interpretación de la Commedia dell'arte que ese texto simboliza.

"Fue un actor de una altura, una magia y una fuerza tales, que han marcado todo el teatro italiano en el último medio siglo, desde cuando debutó, a finales de la guerra, afirmó al conocer su muerte el director y actor Gabriele Lavia. Lavia dijo que en Milán, Carraro "era una institución, un símbolo, una de las columnas del Piccolo Teatro que llegó a ser lo que es porque lo tuvo como uno de sus actores más importantes".

La lista de los personajes que Carraro interpretó es larga, pues fue un gran Mackie Messer (La ópera de tres centavos, de Bertold Brecht) y un incomparable Enrique IV (de Luigi Pirandello). Desencantado porque Strehler había elegido a otro actor para interpretar al Galileo Galilei, de Brecht, en 1962, se trasladó al Teatro de Roma, donde dirigido por Lucehino Visconti interpretó El jardín de los cerezos, de Antón Chéjov, y la Lulú, de Wedekind, entre otros. Diez años después regresó al Piccolo. Su último trabajo, hace un año, fue la adaptación que Strehler hizo del Fausto de Goethe.-