Onat Kutlar crítico y productor de cine turco

Un tenebroso grupo terrorista islamista se jacta -por lo visto hay que decir "reivindica"- de ser autor del atentado que, el pasado 30 de diciembre, truncó la vida, en un hotel de Estambul, de dos mujeres y un hombre. Las informaciones llegadas a España no mencionan el nombre de ellas; el de él resulta ser para mí el de un amigo, Onat Kutlar.Crítico, historiador cinematográfico, productor, Onat venía a ser una mezcla, para entendernos, de Ángel Fernández Santos y Ricardo Muñoz Suay, a quien curiosamente se parecía en lo físico en un grado inquietante. Persona exquisita en el trato, sólo dejaba traslucir su cultura universal cuándo le tocabas la vena más querida, esa necesidad de degustar la riqueza de cuantos lazos nos unen a los mediterráneos. Por supuesto, Onat compartía la pasión por España de tantos intelectuales europeos orientales de este siglo: en tal sentido, a sus 59 años, parecía un clásico de la estirpe de Nazim Hikmet.

Ha muerto convencido de que la llamada sociedad civil es ya un hecho irreversible en Turquía. Como buen marxista, esté ahora donde esté matizará quizá esa opinión, al contemplar qué incivil gentucilla le ha matado: pero, tras matizar, seguirá creyendo que Turquía no tiene otro camino que el laicismo, el respeto a los derechos de los kurdos y el compromiso con una cultura libre.

Puedo perfectamente imaginarle en el. papel de ese personaje de Anguelópulos -cineasta griego, a quien admiraba- que, ante el pelotón de ejecución nazi, pregunta en tono inequívoco: "Yo vengo de Jonia. ¿Y vosotros?". -