Rechazo de los nacionalistas a que González comparezca sobre el "caso GAL"

Felipe González logró evitar ayer ir al Parlamento a dar explicaciones sobre los GAL. Un flaco servicio al Parlamento, según el PP e Izquierda Unida, que consideran "mal hábito para un demócrata" dar explicaciones en televisión y denegárselas al Congreso de los Diputados. Pero los nacionalistasdel PNV y de CiU se negaron a respaldar una iniciativa enmarcada en "una erosión inmisericorde". Para el PSOE, populares e IU-IC han dictado condena contra el presidente del Gobierno sin ser jueces y sin pruebas, lo que evoca métodos inquisitoriales, según el portavoz de los socialistas, Joaquín Almunia.

La petición de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya 31 del Grupo Mixto, respaldada por el Partido Popular, había provocado la reunión de la diputación permanente del Congreso, un órgano que reproduce a escala la composición del Parlamento y que asume el papel de órgano de gobierno en periodos en que no hay sesiones parlamentarias.El PSOE, Convergéncia i Unió y el PNV -23 votos- cerraron el paso a la petición de: IU-IC, PP, Eusko Alkartasuna y Coalición Canaria-20 votos- de que González comparezca ante el pleno del Congreso. El debate no resultó en absoluto crispado. Incluso hubo, quien se sorprendió, para. asombro de otros, de que la crispación sea menor en el Parlamento que en la calle.

El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, buscó argumentos que dejaran al pairo la actitud esquiva del presidente del Gobierno, en vez de ahondar más en la actuación de los GAL. Más bien buscó los flancos débiles del Gobierno. Interpretó que González rehuya dar una explicación al Parlamento como una voluntad de evitar que se conozca la identidad de los responsables de los GAL. Y presentó como doblemente grave esa inhibición cuando el tema causa "la máxima alarma social".

El portavoz del Partido Popular no desaprovechó la ocasión para atacar a Juan Alberto Belloch. Calificó de increible en términos de convicción democrática" que el ministro afirmara que no tenía nada que decir sobre hechos ocurridos antes de llegar él a Interior. Y Álvarez Cascos llegó luego a donde quería: "¿Desde cuándo y hasta cuándo se ha indemnizado con dinero de los fondos reservados a las familias de Amedo y Domínguez? ¿Durante la época de Corcuera, de Asunción, de Belloch?".

El presidente del Grupo Socialista se amparó en que, desde la comparecencia de Belloch para hablar de los GAL, no ha habido ningún hecho ni ninguna declaración solvente que contradiga la versión expuesta por el ministro. Luego, con el mismo talante defensivo, pasó al ataque: "Como en los peores tiempos del fascismo y del estalinismo, se endosa la carga de la prueba al acusado, no al que acusa. Algunos confunden confrontación democrática con acusación inquisitorial".

Cuando Almunia aludió a que también Aznar ha preferido dar explicaciones en televisión, anoche en Antena 3, a darlas en el Parlamento, ya que estaba actuando de portavoz del PP ÁLvarez Cascos, los diputados populares prorrumpieron en risas despectivas.

"Mirar a otro lado"

El representante del Partido Nacionalista Vasco, José Juan González Txábarri, quiso, sobre todo, difundir a los cuatro vientos que sólo el PNV lleva una década denunciando la guerra sucia contra ETA. Una denuncia realizada "casi siempre con la incomprensión de la derecha y la izquierda españolas, que han invocado razones de Estado para mirar para otro lado".

El Partido Nacionalista Vasco retrató al Gobierno "con el paso cambiado", pero a la vez culpé al Partido Popular de haber mantenido un clamoroso y cómplice silencio. "Ahora", dijo, "muchos quieren meter ruido cuando es el momento de los jueces, y además Garzón tiene puesto el dedo en la llaga".

El representante de CiU, Joaquin Molins, evitó el protagonismo y reiteró que su coalición ayuda a la gobernabilidad. Xabier Albisatur, de EA, criticó la hipocresía de quienes "se escandalizan ahora, y no antes" y Luis Mardones, de CC, pidió a González que comparezca en el Parlamento para "que no nos dejemos llevar por la dinámica de personas con una catadura moral impresentable".