Hallados muertos cuatro de los seis montañeros vascos desaparecidos en los Pirineos

Los cadáveres de cuatro de los seis jóvenes vizcaínos desaparecidos el 6 de enero, cuando descendían por el monte Balai tous, en el valle de Tena (Huesca), fueron localizados ayer por miembros del Grupo de Rescate e Intervención en, Montaña GREIM) de la Guardia Civil, que participaban en las tareas de búsqueda, auxiliados por voluntarios de las federaciones de montaña aragonesa y vasca. Los deportistas habían sido arrastrados por un alud, que les sepultó en una estrecha zanja de siete metros de profundidad, en el camino regular de descenso al pantano de La Sarra, en la localidad de Sallent de Gállego, donde tenían estacionado su vehículo.

Las tareas de rescate tuvieron que suspenderse a primera hora de la tarde a causa de las dificultades climatológicas. Los fallecidos son Arritzen González Garay, de 22 años; Ezker Alday Izaguirre, de 17; Ibai Garay Landa, de 22, e lkerne Marcutegui Echevarría. No han sido encontrados Mike1 Epelde Palenzuela, de 23 años, y Asier Gorrochategui. Hoy se reanudarán si las condiciones atmosféricas lo permiten.Los cadáveres fueron evacuados desde el lugar del siniestro, en las proximidades de la zona conocida como Los Arrieles, gracias al helicóptero de la gendarmería francesa que forma parte de los dispositivos de emergencia establecidos entre España y Francia para cubrir la cordillera pirenaica. El primer cuerpo fue localizado sobre las 11.15 en el mismo lugar en donde en la tarde del día anterior se habían encontrado una mochila, unos guantes y un DNI.

El lugar es conocido como El paso del oso, una angostura del camino de descenso donde habitualmente se producen aludes, aunque en épocas más próximas a la primavera. Según los expertos que reconocieron el terreno, la avalancha de nieve produjo una "lengua" de unos 15 metros de ancho, por unos dos metros de alto, que arrastró al grupo hacia la grieta.

Los montañeros, probablemente por inexperiencia, caminaban juntos unos con otros (las normas de seguridad prescriben para los casos de riesgo la necesidad de mantener una distancia de unos 20 metros entre cada excursionista), por lo que el alud arrastró a todos.

El impacto de la nieve y las rocas que arrastraba acabó, según las investigaciones, de una forma rápida con la vida de los jóvenes, que quedaron sepultados hasta que los servicios de rescate, auxiliados por perros adiestrados y soldas especiales, pudieron localizarles ayer.

El fuerte viento del norte que provocó que la nieve se depositara de las alturas en unas zonas de mayor riesgo, seguía impidiendo ayer que el helicóptero de la Guardia Civil pudiera entrar, a causa de las turbulencias, en el valle. Por esta razón las autoridades optaron por alertar a la gendarmería francesa, que aprovechando la corriente en dirección sur, pudo llegar hasta el lugar del siniestro y evacuar los cadáveres.

El gobernador civil de Huesca, Vicente Valero, que se trasladó al lugar del rescate para expresar en nombre del Gobierno, su solidaridad con las familias de las víctimas, hizo un llamamiento a la prudencia y recordó que en 1994 se habían registrado en el Pirineo oscense más muertes que por accidentes de tráfico en toda la comunidad autónoma aragonesa.

En los ambientes montañeros de Bilbao. reinaba ayer la desolación, informa Eva Larrauri. Varios de los jóvenes accidentados, cuyos familiares se. desplazaron desde Bilbao, pertenecían al club de montaña de del barrio bilbaíno de Saritutxu, donde residían la mayoría.