Enseñanza y religión
Mi carta está provocada por la publicada el 20 de diciembre de 1994, y firmada por Enrique Álvarez, de Santander. Me indigna la postura de determinados creyentes sobre el estudio de la religión. Me asombra que se piense, que la "cultura religiosa" y "la enseñanza de la religión" son freno para la "pérdida de la civilización" y de la "barbarie". Bárbaros e incivilizados son los muy religiosos decretos islámicos condenando a muerte a escritores por no otorgar el "respeto debido" a unos dogmas religiosos.Bárbaros e incivilizados son los muy religiosos pastores de una Iglesia que se considera santa, que contra viento y marea condena el uso del preservativo tanto para sus fieles como para los que no lo son, porque sus leyes y sus prejuicios son más importantes que evitar la enfermedad. Bárbaros e incivilizados son los muy religiosos dogmáticos de toda índole que siguen empeñados en que el mundo entero se rija por sus diversas revelaciones "indiscutibles". Y me estoy limitando a los tiempos presentes.
Si los creyentes quieren que se les respete y que se respeten sus derechos, deben empezar por respetar los derechos de los demás, y aceptar que la civilización no es monopolio de sus dogmas y prácticas. La enseñanza de cada religión debe ser asumida por las familias que se consideran creyentes, y por las respectivas asociaciones religiosas. Hay muchos países que siguen ese sistema, bien lógico para una sociedad pluralista donde nadie tiene el monopolio de la verdad-.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.