Serrat, dividido

Joan Manuel Serrat ha elegido Madrid para finalizar una extensa gira por toda España y varios países americanos. Del 20 al 30 de diciembre dio 10 recitales en el teatro Victoria de Barcelona. Hoy se presenta en el Palacio de Congresos, junto al Bernabéu, donde permanecerá hasta el día 7, inclusive. Viene feliz con sus 51 años recién cumplidos, su éxito fulgurante en esta temporada y la medalla de oro de Bellas Artes concedida por el Consejo de Ministros la semana pasada.Aludir al estadio no es gratuito, porque el día 7, casi a la misma hora en que el cantante actúa, su equipo del alma, el Barça, se enfrenta al Real Madrid en el Bernabéu. El artista lamenta mucho la coincidencia, sobre todo porque no podrá ver el partido en directo a pesar de encontrarse a sólo unos metros del campo. Serrat es culé por todas partes, cosa que él proclama con reincidencia cuando haga falta. Casi toda la plantilla de Cruyff pasó a verle en el Victoria.

Pero el noi del Poble Sec es también muy amigo de Valdano, de Michel, de Butragueño y, por supuesto, de Laudrup. Muchos jugadores merengues estarán aplaudiéndole hoy en su debú.

"Vamos a ganar"

Serrat no se anda con coptemplaciones líricas hablando de fútbol: "Vamos a ganar, y lo siento por el Real Madrid. Este año el campeonato va a estar entre cuatro equipos. Pero, en fin, la Liga es, muy larga". El ha visto muchos encuentros entre los eternos rivales. Recuerda fotográficamente algunas jugadas, algunos goles.

También recuerda disgustos de campeonato: "Uno de los espectáculos más; bochornosos que he visto jamás en un campo, de fútbol ocurrió, precísamente en un Barcelona-Real Madrid en el Nou Camp. Era l¡ año. 1970. Arbitraba el famoso Guruceta. Un jugador madridista (creo que Velázquez) fue objeto de una zancadilla, cinco o seis metros fuera del área. El árbitro, increíblemente, marchó como una bala hacia el punto de lanzamiento de penalti señalando la pena máxima categóricamente. El cirio que se organizó en las gradas fue de los que hacen época. Jamás lo olvidaré. Pasó de ser una repulsa deportiva a una asonada política contra las fuerzas represivas, que entonces estaban representadas por los grises, la policía armada de entonces. Aquello se convirtió en el primer acto serio de repulsa del pueblo catalán hacia el dictador. Los guardias se concentraron en el centro del campo y desde allí iniciaron una invasión de las gradas arremetiendo a palos y a palizas con la gente. El viejo régimen tuvo muchos defectos. Uno de los más graves fue su ceguera ante la sensibilidad de un pueblo, una. ceguera que se volvía contra el mismo régimen".

Lo cierto el que Madrid ama a Serrat, y viceversa. Elegir el Foro como final de gira es un guiño a esta ciudad, que siempre le ha acogido con expectación y donde, triunfó clamorosamente este verano con un recital multitudinario en la plaza de toros de Las Ventas. Pero Serrat tiene mono de teatro, de un espacio más recogido e íntimo que los grandes locales. El intimismo y la delicadeza de muchas de sus canciones cuadran más en un teatro que en un polideportivo. Viene con los músicos que le han acompañado en la gira. En Barcelona abarrotó los 10 días. En Madrid sucederá lo mismo porque ya casi están agotadas las localidades para los cuatro días. El repertorio de estos recítales es un recorrido por las canciones más populares de sus 30 años de actividad artística. Y presenta su último elepé, Nadie es perfecto, que salió al mercado en septiembre y que ya lleva vendidas más de 100.000 copias. Este disco ha sido definido por la crítica como uno de los más, maduros y sugerentes del artista. Canta al amor y al desamor, a la solidaridad, a los niños, los vampiros, los mendigos. La canción Bendita música es una joya, tanto en la melodía como en el texto y la interpretación.

Comentarista

Serrat se cuida mucho, sobre todo, cuando está de gira. Hace una vida espartana. Pero le luce. Seguramente está mejor que en sus años jóvenes. Algunos dicen que ha conseguido convertir la voz de cabra en susurro aterciopelado. Capricornio (del 27 de diciembre), tiene ya esbozados proyectos para los próximos tres años, pero prefiere mantenerlos ocultos por el momento. Ha presentado en Televisión Española un proyecto de programa con el bolero como protagonista. Con cierta sorna, comenta: "Pero esa idea duerme en el paraíso de los proyectos televisivos. Me, imagino que los encargados de, dar el visto bueno esperan a que coincidan algunas circunstancias extramusicales y extraartísticas".

Su afición por los deportes (navega, monta a caballo, pesca, juega al fútbol) le ha llevado en ocasiones a ejercer de comentarista radiofónico de ciclismo, y como tal ha seguido el Giro y el Tour. "En eso sí que me ha servido ser famoso, de otra forma no me hubieran mandado a mí. No tengo más remedio que declarar que paria mí es una auténtica gozada seguir las carreras importantes de cerca, metido en el meollo".

Joan Manuel Serrat actúa hoy, día 4, y el 5, el 6 y el 7 en el Palacio de Congresos (General Perón, 2). 22.00. Precios: 3.000 y 2.000 pesetas.