Multas para cuatro fiestas de Nochevieja sin licencia

Según explicó ayer el concejal de Chamartín, Miguel Cantos, en cuyo distrito se celebraron la fiesta ilegal del local Átalo ' y la de la carpa de la estación ferroviaria, remitirá los partes de denuncia a la Delegación del Gobierno. "La multa que podemos poner aquí es muy. pequeña, como máximo asciende a 25.000 pesetas, por eso yo confío en que sea la Delegación quien les pegue el palo más fuerte" aseguró Cantos, indignado con los incidentes ocurridos en, la sala Átalo, de la calle de Enrique Larreta, donde un grupo de estudiantes festejaba la, fiesta de fin de año con el fin de recaudar dinero para costearse el viaje de fin de, carrera.,. La autorización de esta fiesta fue denegada por esta junta municipal, al no disponer del correspondiente permiso gubernativo.

La Policía Municipal, según consta en el parte del concejal, efectuó dos rondas al local Átalo. La primera, sobre la una y cuarto de la madrugada. Sin embargo, los agentes tuvieron que darse media vuelta. El recinto estaba cerrado y allí no había indicio de- celebración alguna. Esta fiesta aparecía en la lista de las 37 celebraciones que, según la Asociación de Empresarios de Salas de Fiestas, Discotecas y Variedades regionales (ASFDIS), carecía de permiso.

Sin embargo, a las cuatro de la mañana, agentes de la Policía Nacional y Municipal tuvieron que intervenir en el altercado. "Esto nos vuelve a dar la razón. La gente se tiene que divertir con orden" manifestó Miguel Cantos.

Música en el garaje

Media hora antes, alrededor de las tres y media de la madrugada, la música sonaba en un garaje del número 8 de la calle de General Díaz Porlier (distrito de Salamanca). A esa hora, las personas que celebraban la entrada del Año Nuevo recibieron una inesperada visita, la de los agentes municipales. Se trataba de una fiesta pirata.

El informe de la Concejalía de Seguridad explica que al solicitarle al encargado de la organización de este festejo la autorización de la Delegación del Gobierno, éste no la presentó. Además, según consta en la denuncia, este local, que habitualmente se utiliza como guardamuebles, no cumplía las normas de seguridad. Entre ellas hay que destacar la obligatoriedad de varias salidas de emergencia, necesarias para la celebración de cualquier fiesta multitudinaria.

Otro de los festejos multados, alrededor de las seis de la mañana, fue el que se celebraba en un sótano del número 3 de la calle de Alonso Cano (distrito de Chamartín). Los asistentes a esta celebración sólo podían entrar y salir ' explica el informe, a través de una escalera. Por tanto, además de carecer de la licencia para celebrar la despedida del año, tampoco era un recinto seguro en casó de evacuación.

La fiesta más multitudinaria, también ilegal y a la que asistieron unas 5.000 personas, fue la celebrada en la carpa de la planta superior, de la estación de Chamartín.

Dos redactores de este periódico asistieron en Nochevieja a este macrofestejo y comprobaron varias deficiencias en las medidas de seguridad del recinto.

La carpa de lona blanca contaba con tres salidas de emergencia: una, que comunicaba con los servicios, y las otras dos, atadas con cordeles. Los extintores y los cables de los altavoces y equipos de música estaban esparcidos por el suelo. Tampoco disponían del libro de reclamaciones sellado por la Delegación.