"Intentaré comunicar con otras gentes en el espacio"
Michael López-Alegría ha venido del cielo a Madrid para pasar la Navidad. El primer astronauta madrileño, elegido por la NASA para tripular el transbordador espacial Columbia en 1995, tiene nacionalidad estadounidense, aunque nació en la capital hace 36 años. Ha sido piloto de la Marina, carga a sus espaldas con 3.800 horas de vuelo en más de 30 tipos de aviones y le entró el gusanillo del espacio tras leer un reportaje en una revista.Pregunta. ¿Cómo ha encontrado la ciudad?
Respuesta. Hacía ocho años que no venía. Veo que se está americanizando un poco, aunque quedan cosas muy españolas.
P. Debe estar acostumbrado a vivir entre automatismos.
R. La vida allí es mucho más cómoda que aquí, sin embargo, la manera de vivir aquí, el tapear, el callejear, hace más divertida la vida.
P. ¿Lo envidia?
R. Sí, me gusta mucho, pero no creo que pudiera vivir allí así, porque desde que he llegado he engordado cinco kilos. En cuanto vuelva a Houston tendré que ponerme a régimen.
P. Comparado con Houston, el Planetario de Madrid le debe parecer un juguete de cuerda.
R. La verdad es que yo no llego a entender muy bien cómo funciona. Es bastante sofisticado.
P. ¿Qué es lo más divertido de la preparación de un astronauta?
R. Estar sin gravedad. Me sentí como un niño jugando la verter un vaso de coca-cola, se queda como si fuera un globo y se puede beber con una pajita.
P. ¿En qué consistirá su primera misión?
R. Vamos a investigar el comportamiento de materiales en ausencia de gravedad. Cómo responden a la combustión, investigaciones sobre física de fluidos y fabricación de materiales.
P. ¿Se ha tenido que privar de muchas cosas para llegar a astronauta?
R. Ahora que me han nombrado para una misión he tenido que dejar algunos deportes que son peligrosos como el esquí o el béisbol.
P. ¿Y si se escapa a esquiar y se lesiona?
R. Te quitan de la lista y no te dejan volar en un año.
P. ¿Qué han visto en usted los cerebros de la NASA?
R. No sé, pero lo que yo creo que es necesario para ser astronauta es la habilidad para trabajar y llevarse bien con otras personas. Hay que trabajar en equipo y luego ser un poco listo y tener buena salud. A mí me seleccionaron entre cien que estaban tan cualificados como yo porque caí bien.
P. O sea, que le eligieron por ser simpático y un poco listo.
R. El nivel de inteligencia que se pide es mucho más alto de lo que en realidad es necesario. Y en cuanto a la simpatía, la selección final es bastante subjetiva y consiste en preguntarse ¿me gustaría a mí trabajar con este señor?
P. ¿Qué le cuentan sus compañeros que ya han estado en el espacio?
R. Que es una maravilla la vista de la Tierra, saber que todo lo que conoces, has visto, oído, olido o tocado está ahí abajo en un rinconcito. Te das cuenta de lo pequeños que somos.
P. ¿Alguno se ha topado con algo inexplicable?
R. No, aunque algunos tratan de comunicarse con otra gente y no han tenido éxito. Yo lo intentaré si me da tiempo; hay muchas cosas que hacer y cada minuto de los 16 días que estemos allí está planeado.
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