Yekini se resigna a no jugar en Gijón

"lt's life". Con estas palabras ("así es la vida"), las únicas que pronunció en la rueda de prensa convocada por el Sporting para explicar por qué había desestimado su incorporación, Yekini cerraba la historia de una fichaje maldito. Según sus representantes, Yekini no había podido pegar ojo en toda la noche, después de que los médicos del Sporting detectasen, en el último trámite previo a la contratación, una lesión que le apartará de los campos de ocho a doce meses.El Sporting ya intentó fichar a Yekini al final de la pasada temporada, aprovechando el final de su contrato con el Vitoria de Setúbal portugués. Pero el delantero internacional nigeriano, después de confirmar sus dotes goleadoras en la Liga lusa, quería sacar rendimiento al que podría ser el último gran contrato de su carrera. El Olimpiakos puso los dólares encima de la mesa y Yekini, después de participar en el Mundial, se dispuso a conquistar Grecia.

Su etapa en el Olimpiakos duró muy poco porque se encontró con un clima racista muy superior a lo que ya estaba acostumbrado por el color de su piel.

Como el dinero no podía arreglar aquello, Yekini se fue a Nigeria. El Sporting retomó las negociaciones hace poco más de un mes. Los dirigentes gijoneses no se arredraron por la aparición de pintadas xenófobas en las paredes del Molinón, ni por las conversaciones a tres bandas con sus representantes, el Olimpiakos y el Vitoria, que reclamaba una cantidad al club griego. El director general del Sporting, Herminio Menendez, regresó de Setúbal con un compromiso firmado por el jugador para lo que resta de temporada y la próxima. La resonancia magnética realizada el miércoles no dejaba lugar a dudas: rotura del ligamento cruzado interior de la rodilla izquierda, que precisa intervención quirúrgica y un perido de recuperación cercano al año. Algunos lo tomaron como la última inocentada, pero lo cierto es que Yekini no podrá seguir los pasos deLaurie Cunningham, el primer jugador negro en la historia del Sporting.