Núñez: "Con buen césped, ganaremos en el Bernabéu"
"El partido contra el Madrid [el próximo siete de enero] es muy fácil, está chupado. Estoy muy tranquilo porque si estando mal el césped del Camp Nou empatamos con el Betis, en el Bernabéu, con la hierba bien, ganaremos". Josep Lluís Núñez, presidente del Barcelona, ha contestado irónicamente las críticas que el entrenador azulgrana, Johan Cruyff, vertió, por primera vez esta temporada, sobre el deplorable estado de la hierba. "Es muy difícil jugar en este campo. Impide la fluidez del juego", afirmó el técnico. No acepta Núñez la menor crítica al césped plantado en julio.
Primero fue Ángel Vilda, preparador físico azulgrana, quien asoció el mal estado de la hierba a las lesiones físicas de los jugadores. Núñez le amenazó casi con el despido. Después fue Stoichkov, quien esgrimió que su velocidad quedaba abortada por el césped. La respuesta fue contundente: Núñez dijo que sería mejor no renovar al jugador búlgaro al final de temporada si tanto le costaba correr en el Camp Nou. El jueves le tocó a Cruyff.
El Barcelona afrontó en mayo la reforma del Estadio para lograr que todas las localidades fueran de asiento -se han ganado 7.000 sillas- y mejorar la visibilidad de la primera gradería. La empresa Ferrovial, que realizó las obras en apenas tres meses, rebajó el suelo del campo en tres metros. La firma Hidroplant, empresa asesora del Barga en jardinería, cuya consejera es Marta Ferrusola, esposa del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, eligió un método revolucionarlo para plantar la hierba.
El procedimiento consistió en colocar paneles de césped, importados de Francia, sobre varias capas de arena silícica, procedentes de Burgos. Los rectángulos de hierba fueron lavados y sus raíces cortadas a la mínima expresión. Pronto crecieron hasta 18 centímetros. Ferrovial cumplió su compromiso de entregar las obras en agosto para que se pudiera disputar el torneo Joan Gamper y se embolsó los 50 millones de pesetas de prima garantizados por el Barça.
Pronto el césped ofreció signos alarmantes de que no arrigaba en el Camp Nou. Las raíces sufrieron unproceso de regresión y se redujeron hasta los cinco centímetros. Cada entrada dura en el Camp Nou dibujaba un siete en la hierba. Las soluciones técnicas -resembrado, pinchado de las finísimas hojas verdes-, no han reportado mejoras. Se han sustituido paneles de césped del Camp Nou, por los del campo de entrenamiento de La Masía, se infiltrará tierra volcánica y se inyectará oxígeno en la arena. Pero no existen garantías: la única esperanza es aguardar a la primavera.
Nadie sabe a ciencia cierta qué le ocurre al césped. Los técnicos califican como un disparate haber lavado y cortado las raíces de la, fina hierba. Tampoco ayudó la ola del calor del verano ni las lluvias de otoño. Marta Ferrusola dijo que la empresa a la que pertenece desaconsejó jugar el torneo Joan Gamper en el Camp Nou. La directiva, mnolesta con Ferrusola, recordó que Hidroplant y el resto de empresas implicadas firmaron un documento aprobando la celebración del torneo en el estadio.
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