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Nadie quiere ser español

¿Quiere usted un Gibraltar español? ¡No!". En los quioscos de la colonia, la revista Panorama ofrece los resultados de una encuesta entre los llanitos: el 98,5% rechazan la invita ción a convertirse en ciudadanos españoles; sólo el 0,5% está dispuesto a cambiar de pasaporte, y el 1% no sabe / no contesta. A la vista de este resultado es fácil adivinar cómo ha sentado en La Roca el acuerdo alcanzado en Londres entre los Ministros de Asuntos Exteriores de España y el Reino Unido: prudencia entre los políticos, recelo entre la población.

El resultado de la entrevista no ha sorprendido a nadie aquí. Desde hace varias semanas sólo a un loco se le habría ocurrido invertir en el negocio del contrabando de tabaco. Esa fuente de ingresos se daba por cerrada. Uno de los principales importadores de rubio americano, Albert Francis Stagnetto, admite a preguntas de EL PAÍS que ya está diversificando sus negocios en otras áreas. Charles E. Isola, presidente de la Cámara de Comercio, alaba el espíritu de cooperación que el acuerdo recoge en la cuestión de los filtros en la frontera y las lanchas planeadoras. Y sir Joshua Hassan, ex ministro principal, declara que la creación de un organismo de control le parece muy buena idea, "porque aquí no hay nada que ocultar. Y si ocurre algo, que lo paren. Nadie está de acuerdo en Gibraltar con el blanqueo de dinero y el narcotráfico".

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Peor ha sentado la noticia entre los nacionalistas. Según la encuesta de Panorama, muchos gibraltareños son partidarios del diálogo con Madrid, pero no bajo el marco del acuerdo de Bruselas, que consideran basado en las reivindicaciones de España. El líder del Partido Nacional, doctor Joseph García, ha emitido un comunicado en el que ironiza: "Esperamos que esto signifique que el Gobierno de Madrid autorizará a sus miembros del Cuerpo de Policía y del Servicio de Vigilancia Aduanera a venir para prestar declaración ante los tribunales de Gibraltar, cosa que no estaba permitida hasta ahora por razones políticas".

EL PAÍS no pudo obtener la opinión del señor Bosano: seguía reunido.

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