Los tenistas son la excepción a la regla

M. S Como en toda regla, la indiferencia publicitaria que despiertan los deportistas españoles tiene sus excepciones. Y éstas se concentran en el tenis, el deporte de moda en España publicitariamente hablando. Emilio Sánchez Vicario, pese a no redondear su popularidad con ningún triunfo sonado, ha acumulado grandes sumas de dinero durante los diez últimos años gracias a sus ingresos publicitarios. Por este concepto ha ganado una media de 150 millones de pesetas anuales, una cifra superior a los 60 que recaudaba por su participación en torneos oficiales y similar a los 100 que obtenía por las exhibiciones. Hoy, aunque su nombre se ha visto oscurecido por la irrupción de nuevas raquetas en el tenis nacional, sigue apareciendo por el televisor anunciando una colonia.

Su hermana Arantxa, Conchita Martínez y, sobre todo, Sergi Bruguera han multiplicado la rentabilidad comercial de Emilio. En 250 millones de pesetas se pueden cifrar los ingresos por publicidad de los triunfadores en el último Roland Garros. Conchita saca menos dinero (150), pero su cotización ha subido tras su conquista del Wimbledon. Una colonia o una marca de cápsulas revitalizantes son algunos de los productos que estos tenistas promocionan en estos momentos.

No todo el tenis español obtiene los misMos beneficios. Jugadores conocidos como Carles Costa, Alberto Berasategui o Sergi Arrese no poseen el gancho con el que cuentan sus colegas en el mercado publicitario.