Dudáiev pide a todo el Cáucaso que se rebele contra Rusia

El presidente de la secesionista Chechenia, Dzhojar Dudáiev, hizo ayer un apasionado llamamiento a sus compatriotas y a sus vecinos del Cáucaso para que se levanten en armas contra el "imperialismo ruso", que, según él, pretende "aplastar" a su república. "No nos queda otro camino que la guerra a vida o muerte", dijo Dudáiev. Moscú anunció que tiene intención de acabar con el conflicto y que si los secesionistas no entregan hoy sus armas serán responsables de las consecuencias. Las columnas de blindados rusos llegaron anoche a las puertas de Grozni, la capital chechena.

Dudáiev habló con las primeras luces del día, y sus encendidas palabras dieron más vigor a la firme resistencia que sus pobremente armados soldados plantan a las poderosas columnas blindadas y aviones rusos. Una patrulla nacionalista derribó dos helicópteros y mató a tres pilotos rusos. En uno de los casos, el aparato cayó tras ser alcanzado por disparos de armas ligeras.El líder checheno instó a recurrir a todos los medios para detener a los invasores, incluida la política de tierra quemada, y a realizar ataques más allá de las propias fronteras. "El enemigo es el enemigo, y contra él hay que luchar", remachó un presidente al que escuchaban enfervorizados hombres con cintas verdes en la frente, como símbolo de guerra santa, y el nombre de Alá en los labios.

La pasión de los secesionistas, sin embargo, fue incapaz de detener el avance ruso, cuyo mando militar en Moscú anunció que los soldados acamparon anoche en las inmediaciones de Grozni, ciudad que tienen orden de "bloquear totalmente en las primeras horas del 15 de diciembre".

"Confirmamos nuestra intención de acabar con el derramamiento de sangre en la zona del conflicto checheno", señaló un comunicado del Gobierno moscovita. "Los que no entreguen sus armas el 15 de diciembre serán responsables de todas las consecuencias de su temeridad".