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El pianista húngaro András Schiff actúa hoy en el Auditorio Nacional

A sus 40 años, András Schiff, pianista húngaro sensible e inquieto, combina su carrera en el teclado con la música de cámara, la organización de festivales y ocasionalmente la dirección de orquesta. Hoy actúa en el Auditorio Nacional de Madrid con un programa bello y complicado: la Partita número 4, de Bach y las sonatas para piano Sz. 80, de Bartok, y 29, opus 106, de Beethoven.

"El piano ha generado, probablemente, el más bello repertorio que tenemos en la historia de la música", dice Schiff. Al hablar sobre las diferencias interpretativas entre su generación y las anteriores, el pianista húngaro se muestra reflexivo: "Debo confesar que siento mucha nostalgia de los maestros del pasado. Adoro a Edwin Fischer, Alfred Cortot, Arthur Schnabel y también a. Wilhelm Kempff y Rudolf Serkin. Hoy se domina la técnica, se toca con brillantez, pero falta esa sensibilidad que poseía la vieja escuela. Los pianistas de hoy están más pendientes del artificio y descuidan el alma musical".

Bach y Shubert son dos de los compositores más queridos por Schiff, como delatan sus grabaciones para DECCA.

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