Estudiantes respira al final
Gonzalo Martínez anota la cesta decisiva en el último segundo
La terapia llegó de Alemania. El Alba Berlín era el tipo de rival que estaba necesitando e Estudiantes para tomar aire . Aunque fuera en el último instante. Desprovistos de intensidad defensiva, desconocedores del juego chispeante del con traataque y escasamente rigurosos en su selección de tiro, los alemanes facilitaron el trabajo del equipo madrileño.No está el Estudiantes para muchas alegrías y la generosidad teutona le vino al pelo para sumar su primera victoria en esta liguilla, que supone, asimismo, el primer triunfo de su nuevo entrenador, José Vicente Hernández.
Hasta los fríos alemanes de Berlín se percataron de la extrema vulnerabilidad de los colegiales. Otra cosa es que no tuvieran capacidad para aprovecharla. Forman los germanos una escuadra en la que sobresalen tres nombres -Baeck, Rodl y Behnke, internacionales, pero de andar por casa- y dos jugadores de verdad: Alibegovic y Obradovic. Los dos extranjeros del Alba -para ser de origen yugoslavo, no pasan de discretos- se bastaron para complicar la vida al Estudiantes. Tan escaso bagaje fue suficiente para que los berlineses se mantuvieran todo el tiempo echando el aliento en la nuca de los madrileños (22-20, m.- 12; 4544, m. 28) e incluso para tomar la delantera en un momento crítico (59-60, m. 36).
Del Estudiantes, poco se puede decir; al menos, bueno. Sin ritmo, sin rebote -los alemanes llegaron a disponer de hasta cuatro posesiones seguidas-, sin ideas -perdió casi 20 balones-, vivió exclusivamente de la mano de Michael Smith. El alero, soberbio en el tiro exterior, mantuvo a su equipo hasta el final. Hasta la última jugada le tuvo como protagonista indirecto. Con 63-63 a dos segundos, Ozturk cometió falta personal sobre el estadounidense. El Estudiantes sacó de banda y Gonzalo Martínez se jugó un tiro sobre la sirena que acabó dando el apurado triunfo a la escuadra madrileña. Sólo la mediocridad del Alba permitió a Estudiantes seguir vivo en la Korac. Ya es bastante para un equipo que agoniza.
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