Protestantes
En la carta de José Pablo Ortega publicada el día 3-11-1994 hay una serie de paradojas que prejuzgan de tal forma al pensamiento protestante que nos obliga a exponer lo siguiente:1. Cuando menciona a evangelistas y protestantes suponemos que se refiere a evangélicos y protestantes. Los evangelistas, a saber, eran cuatro (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) y los evangélicos somos unos pocos más (unos 300.000 en España). Por otra parte, el decir "evangélicos y
Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior protestantes" es como decir que llueve "agua y H2O". Relato estos crasos errores no por virtuosismo, sino para evidenciar que no está de más una correcta formación cultural religiosa (que no es adoctrinamiento).
2. Cuando se menciona que protestantes y evangelistas reclamamos derecho a adoctrinar en escuelas públicas ... [en una] pugna de confesiones", se contradice el autor con su afirmación previa de que los evangélicos reclamamos clases de religión para los "escolares protesta.ntes", y no para adoctrinar al hijo de nuestro vecino. Suponemos que tenemos tanto derecho a educar a nuestros hijos en nuestras convicciones como cualquier padre a los suyos. Y no nos importaría que no se impartiera ninguna religión específica, siempre que se nos dejara opinar en los medios públicos de comunicación (cosa que hasta ahora no ocurre).
3. Cuando menciona que se respeta el sentimiento religioso en EL PAÍS, creo que ignora que no hay mayor respeto que dejar hablar y escuchar al otro, especialmente cuando no se le conoce. En nuestro caso concreto, sí nos sentimos respetados por Soledad Gallego-Díaz, que ha sabido ser sensible a la condición de los protestantes españoles, que no hemos tenido la oportunidad de darnos a conocer en España en los últimos 400 años, siendo enjuiciados a priori por aquellos que ni siquiera nos conocen. Y como muestra, ahí está la carta al director motivo de esta respuesta.-
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