Niños y ancianos

A mediados de octubre me encontraba de vacaciones en España con mi padre, ya anciano. En un informativo de la televisión pude ver y escuchar cómo un grupo de padres declaraba ante las cámaras textualmente: "No queremos que nuestros hijos tengan contacto con los viejos". Según el director del colegio, los niños sólo veían a los ancianos en el tiempo del recreo, porque tomaban el sol en el mismo patio, ya que los ancianos ocupaban provisionalmente una parte del colegio totalmente aparte de los niños.Hasta aquí la noticia, la queja y el consejo que quiero dar a los jóvenes padres a través de su periódico. En principio, no demuestran tener ni educación ni humanidad suficiente para educar a sus hijos cuando discriminan a las personas mayores tratándolas de cosa vieja. Yo considero viejo un mueble, un papel, la ropa, etcétera.

Mi consejo es que un niño nunca aprenderá nada malo de una persona anciana; por otro lado, piensen en sus propios padres, porque ellos también se harán viejos o quizá algunos ya lo son-