Tramontana 94: empieza el espectáculo
El Rey asiste a unas maniobras militares en Almería en las que participan seis países europeos
Almería y Murcia, escenario de innumerables spaghetti western, sirvieron ayer de decorado para la más realista ficción bélica europea, las maniobras Tramonta na 94, que, contaron con Don Juan Carlos como espectador. El Rey, con uniforme mimetízado de capitán general y junto a los máximos jefes militares de España, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Holanda, o sus representantes, asistió a la puesta en escena del desembarco de 1.500 infantes de Marina en la playa de El Alquián, a, nueve kilómetros de Almería. La película rodada allí por una docena de televisiones europeas no será un éxito de público ni podrá competir con otros desembarcos recientes, como los de Haití o Somalia, producidos por la CNN. Las tropas de la coalición multinacional Iris,(encabezada por España, Francia e Italia) avanzaron sin precauciones, confiadas en el apoyo de los Harrier AV-8B del portaaviones Príncipe de Asturias, y los cañones de las fragatas alineadas frente a la costa. Sin un tiro cumplieron el primer objetivo: la ocupacion del aeropuerto, a pocos metros de la playa. El enemigo no compareció. Ni se le esperaba. El guión de las maniobras Tramontana 94 quedó ultimado el 8 de julio, cuando se firmó la orden de operaciones. El argumento no era muy, original: un imaginario País Marrón, que ocuparía las provincias de Almería y Murcia, sufre una fuerte inestabilidad interna, alimentada por las ingerencias del País Negro, gobernado por un partido radical, que se extiende por las provincias de Málaga, Jaén y Albacete y que mantiene reivindicaciones territoriales y étnicas sobre su vecino. La sublevación de algunas unidades militares lleva al País Marrón al caos, y el Consejo de Seguridad de la ONU autoriza la intervención para evacuar a los ciudadanos y llevar ayuda humanitaria.
El día D menos 3, 19 de noviembre, Radio Exterior y TVE vía satélite emiten un anuncio sobre un certamen ecuestre: es la señal. La coalición occidental despliega sus fuerzas en aguas internacionales y bases del neutral País Blanco, cuyo territorio rodea a los dos anteriores. El desenlace carece de todo suspense: la superioridad de los buenos sobre los malos es aplastante: 6.800 soldados, 39 buques, 70 helicópteros y 100 aviones; frente a 700 soldados, 9 buques y 25 aviones.
La situación es tan ventajosa para la coalición Iris, que sus mandos se entienden, o mejor dicho no se entienden, en tres ¡diomas, y transmiten órdenes a través de intérpretes, algo sin precedentes en una operación militar.
La cuidadosa programación del ejercicio no evitó algunos problemas de coordinación. Por ejemplo, la desagradable coincidencia; sin mayor riesgo, del helicóptero que traía al Rey de regreso del buque Hernán Cortés, con el DC-9 de Aviaco, procedente de Madrid, ambos aterrizando a la vez. Otro incidente más grave estuvo a punto de producirse el sábado, cuando dos infantes sufrieron contusiones al ser lanzados en paracaídas sobre una zona rocosa.
"Todo es ficción", subraya el comandante Acuña, del Estado mayor operativo del Ejército. Los españoles residentes en Argelia harán bien en seguir el consejo de Exteriores y regresar a España. Los países Marrón, Negro y Blanco no se parecen en nada a Argelia, Libia y Marruecos. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.