El Sanse corta su hemorragia de puntos
El Sanse volvió a saborear, la victoria después. de ocho jornadas de sequía. Los de Máximo Hernández se aprovecharon de la visita del antepenúltimo de la. clasificación para poner fin a una hemorragia de puntos en su campo que comenzaba a ser al amante. Los locales no mejoraron su juego, pero lo disimularon con la efectividad frente, a la puerta y con las carencias de los vallisoleta nos. Mucho fútbol del que se vio en la Dehesa Boyal se correspondió con la posición que ocupan en la tabla. Los puceIanos lo intentaron sobre todo. en la segunda mitad, pero el Sanse en esta ocasión fue superior a su rival.
El partido se inició sin ritmo. El Sanse mostró interés por asumir la iniciativa del choque, pero topó con el poblado centro del campo visitante, que impedía canalizar su ambición ofensiva. Los primeros 30 minutos habitaron en el aburrimiento. La colección del desaciertos por ambos equipos eliminaba cualquier atisbo de buen juego. Las ocasiones de peligro eran escasas. En el minuto 25, Arellano dispuso de la más clara, pero su disparo tropezó en el cuerpo de Iván. El Valladolid se aproximó por primera vez a la portería de Márquez en un lanzamiento de falta por parte de Baraja. Las numerosas bajas por sanción, incluida la del técnico Yepes, descompusieron el esquema pucelano. Prueba de ello fue el gol del Sanse. Arellano, el mejor de la primera parte, penetró en el área y dribló a dos defensas. El rechace fue a parar a los pies de Juan, que de tiro cruzado batió a Iván.
Falta de fluidez
La reanudación se mantuvo por los mismos derroteros que en el primer periodo. Ambos equipos intentaban jugar, pero faltaba fluidez. El atasco en el centro del campo era importante. El Valladolid estiró líneas y buscó mayor verticalidad. La entrada de Migo revitalizó su ataque, permitiendo a los pucelanos fabricar las primeras ocasiones de peligro, pero ya era tarde.
