El Partido Socialista francés espalda sin condiciones a candidatura de Delors

El Partido Socialista francés (PS) cumplió ayer con lo prometido a Jacques Delors: terminó su congreso extraordinario en un clima de unidad y ofreció un respaldo sin condiciones al presidente de la Comisión Europea, para cuando éste se decida presentarse como candidato a la sucesión de Francois Mitterrand. Henri Enimanuelli, sin rivales, fue elegido primer secretario, cargo que ocupaba ya provisionalmente desde junio, con un 87,5% de los votos.En el discurso pronunciado tras su elección, Enimanuelli recordó que Jacqueis Delors había afirmado días atrás que, si se presentaba como candidato, lo haría por sentido del deber. "Jacques, cumple, pues, con tu deber", exclamó el nuevo primer secretario.

Al Partido Socialista ya no se le podía pedir más: había dejado en suspenso sus eternas divisiones y había unido todas las voces para invocar a Delors, el único hombre de la izquierda con posibilidades de batir a los conservadores Edouard Balladur o Jacques Chirac.

El PS demostró ser muy consciente de sus limitaciones. Los delegados que acudieron a Liévin, un bastión socialista del noroeste, sabían que el partido seguía endeudado hasta las cejas; que su nuevo primer secretario, Henri Enimanuelli, tenía aún problemas con la justicia por los mecanismos de financiación ilegal creados en los años 80; que uno de sus principales barones, Laurent Fabius, estaba procesado por haberse suministrado bajo su Gobierno sangre contaminada a hemofílicos durante su época como primer ministro; que otro de los barones, el también ex primer ministro Michel Rocard, permanecía en el ostracismo tras el fracaso electoral en las europeas de junio, y, sobre todo, que el PS no iba a disponer en los próximos años de una mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional.

En todas las intervenciones se admitió de forma implícita que Delors no podía ser el candidato del PS, sino simplemente un candidato apoyado por el PS. La suma de socialistas, comunistas, radicales de izquierda (Bernard Tapie), ecologistas y otros pequeños grupos puede recoger, como mucho, un 45% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Delors necesitará, pues, obtener de apoyos en el centro político para superar el 50% y convertirse en presidente. Dentro de la hipotética coalición Delors, el PS sólo puede aspirar a un papel destacado, nunca hegemónico. Esta condición modesta fue reconocida en Liévin."La campaña electoral no podrá ser conducida enteramente sobre la línea y la tonalidad políticas que dominan hoy en el PS", reconoció el ex primer secretario Lionel Jospin.

"Lo que debemos hacer es prepararnos para influir todo lo que podamos en Delors cuando éste sea presidente. Pensar en dictar condiciones sería ridículo", comentó un delegado de la agrupación de Pas-de-Calais, anfitriona del congreso extraordinario. "Que Delors trabaje tranquilo en la apertura hacia el centrismo, nosotros le protegeremos el flanco izquierdo", afirmó otro delegado, para referirse al giro a la izquierda que Eminanuelli quiere imprimir al partido.

Derecha nacionalista

Por otro lado,. el diputado europeo Philippe de Villiers, uno de los principales líderes de la derecha nacionalista francesa, anunció ayer la creación del Movimiento por Francia (MPF). De Villiers, que organizó en septiembre de 19912 una activa campaña contra la ratificación del Tratado de Maastrich en un referéndum, encabezó una lista electoral en los últimos eurocomicios escindida de la de la mayoría gubernamental francesa de centro-derecha, con un resultado del 12% de los votos.

El líder nacionalista ha pospuesto hasta el mes de enero su eventual candidatura a las elecciones presidenciales de 1995. En la presentación de su nuevo movimiento político, De Villiers aprovechó la ocasión para lanzar duras críticas contra Jacques Delors, a quien valificó de "Monsieur catástrofes".

El programa europeo de De Villiers aboga por "un anillo olímpico franco-alemán como eje de cooperación y de salvaguarda a "las soberanías nacionales". El líder del MPF vaticinó que "Maastrich va a ser enterrado con discreción antes de la firma de un nuevo Tratado de Roma para crear una Unión de Naciones Eurcipeas".