La Liga Profesional rechaza la organización actual de los árbitros
La Liga Profesional, a través de su Comisión Deportiva, manifestó ayer su rechazo al actual sistema arbitral y propugna reformas, entre ellas la designación de los colegiados. "La designa ción actual es inconveniente, practica el amiguismo y propicia el fraude", fue la conclusión de Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, miembro de la Comisión, que, en su reunión de ayer, estudió los resultados de la encuesta realizada por la Liga sobre este asuntos entre los equipos de Primera y Segunda División. Los árbitros se designan ahora por un comité integrado por su presidente, Victoriano Sánchez Arminio, un representante de los mismos.y otro de los clubes, los ex colegiados José María Enriquez Negreira e lldefonso Urízar Azpitarte, respectivamente.Quince de los 24 equipos que han respondido a la encuesta de la Liga apoyan el cambio de la designación arbitral por el sorteo, tres no se pronunciaron -entre ellos el Barcelona- y cinco se opusieron. Entre estos últimos destaca el Real Madrid. "El sorteo nos parece demencial, ha fracasado cuando se puso en práctica y no se utiliza en ningún país del mundo". El club madridista, de todos modos, según este portavoz, "siempre vota con la mayoría".
Informes condicionados
El descontento de los clubes con el actual sistema arbitral se extiende también a otros capítulos de su organización. Jesús Gil indicó el malestar que tienen por el reparto de los 450 millones de pesetas que esta temporada pagará la Liga por los derechos arbitrales. "La Federación se queda con la - mitad de lo que abonamos y con ello los clubes pagamos al presidente de los árbitros su contrato millonario", insistió el presidente del Atlético.También mostró su desacuerdo con los delegados arbítrales, a quienes compete calificar a los colegiados. "Son ex compañeros, comen con los árbitros,... Sus informes no son objetivos e independientes. No es extraño, por tanto, que en los informes de que dispone la Liga no se detecte error técnico alguno", concluyó Gil.
