"Me muevo por Madrid en moto, conozco bien esta ciudad"

SOL ALONSO Flotando sobre una nube, con la mente estropajosa y enmarañada, pinta la autora a Isabel Mata, la protagonista de ese Diario de una ejecutiva en paro, un recorrido risueño, de humor naturalmente negro, por el boscoso y letárgico mundo de los ociosos a la fuerza. Ana Puértolas, nacida en Pamplona hace 49 anos, no es la protagonista de la historia, pero también ella presenció el cierre de la revista que estaba dirigiendo y con sus propios ojos ha observado la desolación que cunde en una cola del Inem. Puértolas es una feroz francotiradora; feliz, se asegura en la solapa de su libro. Autora de otro titulado Viajad, viajad, malditos, convierte el desempleo en acicate de un montón de carcajadas, sabiendo que, incluso entre parados, todavía hay clases.

Pregunta. ¿Por qué no es lo mismo el paro de una ejecutiva que el de un obrero de la construcción?

Respuesta. Naturalmente, presto atención al contrapunto. La protagonista del libro tiene una asistenta cuyo cuñado, albañil, también está en el paro y seguramente con más problemas.

P. ¿Afecta el paro de forma diferente al hombre que a la mujer?

R. Según las estadísticas que he consultado, es mayor el porcentaje de mujeres paradas, en cuadros altos e intermedios. Para mí era más sencillo describir el punto de vista de una mujer, reaccionamos de otra forma en montones de cosas.

P. Pero el consejo, el humor ante la desgracia, sirve para todos.

R. ¿Quién no ha tenido cerca un despedido? Es una situación patética, muy dura, a veces tan absurda que deriva en lo frenético, en una carcajada. Es como esa risa histérica que provoca un funeral.

P. ¿Ana Puértolas ha estado parada alguna vez?

R. No, porque siempre anduve en muchas cosas a la vez. Pero cuando cerraron Casa Vogue, de la que era directora, me invadió una sensación... Crees que la revista es algo tuyo, y te das cuenta de lo equivocada que estabas. Las revistas son de los editores.

P. Con todo, se digiere mejor un cierre que un despido.

R. Evidenemente. El cierre puede ser algo ajeno a tu valía. El despido implica humillación personal.

P. Además de la consabida borrachera, las compras y la peluquería, ¿tiene consejos serios para afrontar el paro?

R. Sobre todo no echarse uno la culpa, liberarse de cualquier responsabilidad, tirar p'alante y decirse aquello de "nena, tú vales mucho".

P. Y un viaje, si el bolsillo lo permite, ¿cuál sería su último refugio?

R. Pues alguna isla del Mediterráneo, cuyo nombre me reservo, aunque como periodista especializada en viajes he sido siempre partidaria de no ocultar información. Yo, como soy una chica de provincias, viajo incluso por Madrid..

P. ¿Explique cómo?

R. Llegué a Madrid con 16 años, conozco la ciudad y me muevo bien por ella, en moto, desde luego. Y siempre, hasta en mi propio barrio, descubro algo que no había visto jamás.

P. ¿Es muy duro trabajar por cuenta propia?

R. Un poco, porque debes cubrir todos los gastos, desde los impuestos a la seguridad social. Las revistas cuentan contigo todo el rato, hasta que dejan de hacerlo. Pero ese riesgo también lo corren los que están en nómina.