Al filo de la ley

Durante los casi once meses en que los inspectores del Banco de España, los expertos de Banesto, los diputados y el equipo del fiscal han estado buceando en los por qués de la crisis de Banesto se ha puesto de manifiesto la nefasta labor de Mario Conde y su equipo. Sin embargo, lo que trata de demostrar la querella de la Fiscalía de la Audiencia es que en sus actividades hubo algo más que una mala gestión bancaria que ha causado un agujero de más de 605.000 millones.Las presuntas irregularidades que sobrepasan los límites de la legalidad se centran en un paquete de operaciones realmente singulares:

Carburos Metálicos. El 4 de abril de 1990, Banesto vendió a la multinacional estadounidense Air Products una operación de compra de 672.000 acciones de Carburos Metálicos -el 6% del capital- a 10.230 pesetas la acción. En total, 1.344 millones de pesetas, que Banesto obligó a pagar a Air Products en una cuenta ajena al banco, domiciliada en Suiza a través del despacho Hamburger Ackermann. Posteriormente, la multinacional estadounidense reclamó un recibí del pago al nuevo equipo de Banesto. Este dice que no tiene constancia de que los 1.344 millones de pesetas hubieran sido ingresados jamás en las cuentas del Español de Crédito.

Valyser Euman. Esta operación es una de las arquetípicas de la gestión de Conde. En julio de 1990, la Corporación Banesto vendió el 40% de Isolux a Valyser por 600 millones de pesetas.

En enero de 1992, Valyser vende el 10% de Isolux a Portland Iberia -integrada en la Corporación-, por 1.100 millones de pesetas. Un año después, Valyser vende el 30% de Isolux a una sociedad denominada Ibyser por 3.300 millones. En julio de 1993, la Corporación compra ese mismo 30% de Isolux por 3.576 millones. Una operación de ida y vuelta en la que la Corporación sufre unas minusvalías de 3.495 millones.

Promociones Hoteleras. Una sociedad creada en 1990 por Valyser (48,55%), Asni Investment (47%) y Mariano Gómez de Liaño (4,45%) adquiere ese mismo año la compañía Promociones Hoteleras, cuyo único activo era un edificio en el número 12 de la calle Fernando el Santo de Madrid. Ese inmueble había sido adquirido por Promociones Hoteleras en 1987 por 215 millones. La operación se realiza con afianzamiento de Valyser y garantizada por Bandesco, filial de Banesto. Cuatro años después, la Corporación arrienda el edificio y paga una opción de compra por 130 millones renovable. Paralelamente, se vende a la sociedad Fénix Inmobiliaria (filial de La Union y el Fénix, por aquel entonces propiedad de Banesto) por 3.200 millones. La Corporación no llegó a hacer efectiva la opción, que vencía en 1995, ni la anuló. En resumen, se pagaron un total de 215 millones de pesetas y se recibieron 3.200 millones. Casi 3.000 millones de pesetas de plusvalías.

Totta y Açores. La huida hacia adelante de Mario Conde también le llevó a realizar negocios presuntamente irregulares en Portugal. El anterior equipo de Banesto puso sus ojos en una de las perlas del sistema financiero del país vecino, el Banco Totta y Açores. Banesto adquirió el 24,9% del capital de la entidad portuguesa de manera directa y otro 25% a través de socios lusos. Al descubrirse este esquema, se inició una investigación política y parlamentaria destinada a deshacer la operación Totta-Banesto.

Dorna y Oil Dor. La Corporación Banesto adquirió en octubre de 1990 el 40,5% de Dorna por 8.150 millones y luego suscribió una ampliación con un desembolso de 10.000 millones. E neto patrimonial de esta sociedad antes de la ampliación era de 1. 100 millones. Oil Dor se constituyó en junio de 1992 por varios socios, entre los que figuraba Rafael Pérez Escolar, entonces consejero de Banesto. La Corporación adquiere el 50% por 6.000 millones, cuando el valor patrimonial era de 36 millones.

Grupo Hachuel. El Banesto de Conde asumió unos riesgos de de 15.105 millones de pesetas con sociedades vinculadas con el financiero Jacques Hachuel. La totalidad de estos créditos fueron calificados como dudosos por el Banco de España. La relación de Hachuel y Conde llegó a ser muy intensa" hasta el punto de que el financiero fue tomado por testaferro del ex presidente en algunas operaciones.

Grupo cementero. Las sociedades Gay Cordon y Data Transmision Systems, relacionadas con el ex vicepresidente de Banesto, Arturo Romaní, ganaron 1.300 millones de pesetas con la venta de un paquete de acciones de empresas relacionadas con el Español de Crédito, entre las que se encontraba la hormigonera Prebetong Aragón.

Al margen de estas operaciones, las investigaciones han detectado otras auténticas joyas de lo qué se ha dado en llamar ingeniería financiera. Tal vez la más llamativa sea la relación entre Banesto y el Grupo Pueyo-Oasis. Tras este pacto se encuentra una curiosa operación de aparcamiento del 1,5% del capital de Banesto.