"He recuperado la estabilidad"

Un año después, Andoni Zubizarreta ha cerrado un ciclo tormentoso. La suplencia en el Barcelona, la titularidad y la expulsión en el encuentro frente a Dinamarca en noviembre del 93, el desplome azulgrana ante el Milan, la controvertida salida del Barca, el partido ante Alemania en el Mundial, el fichaje por el Valencia. Para un futbolista que había llevado una carrera extraordinariamente estable, el último año le ha zarandeado como nunca. "Ha sido una época en el punto de vista personal. Cuando suceden tantas cosas, pierdes la perspectiva", reconoce el portero de la selección española.Aquel partido frente a Dinamarca fue traumático. Era un día decisivo para el fútbol español y Zubizarreta se sentía desubicado. Cruyff le había puesto en una situación muy delicada y Clemente contestó rápido: es mi portero. Dice que fueron días muy duros y que la tensión cobró dividendos. "Quizá lo que ocurrió, la expulsión y todo eso, tuviera relación con lo que sucedía alrededor. Entré al partido con menos control de lo habitual. Quería estar por encima de la situación, demostrar mi categoría como portero, recuperar la confianza después de un golpe muy duro. Todos esos factores te condicionan, te fuerzan a meterte en una posición desconocida. Y entonces llega la situación de derrota".

Aprendió. Y le sirvió. Llegó al Mundial con la baja del Barcelona, con el desastre de Atenas encima, con la ausencia obligada en el primer partido y con la excelente actuación de Cañizares frente a Corea. De nuevo, la presión y la polémica. Y un partido trascendental: Alemania. "Pero las cosas eran diferentes. Había aprendido algo de mi experiencia anterior: yo no era tan fuerte como pensaba, que el exterior también afecta a los jugadores. No podía dominar todo lo que me rodeaba y supe que lo verdaderamente necesario era sentirse en paz con uno mismo". Reconoce también que el apoyo de: Clemente fue decisivo en dos aspectos. "Por un lado, me ha obligado a establecer un vínculo especial con él. Decisiones de esa clase, son muy importantes porque te resuelven muchas dudas. Por otra parte, me ha puesto en la necesidad de devolver todo ese depósito de confianza". Ahora su posición es diferente. Señala que en algunos momentos fue utilizado como excusa en batallas que tenían que ver con Clemente o con la crispación que reina en los círculos de la prensa deportiva, pero se siente más cómodo. "Estoy más tranquilo ante este partido y también en mi vida profesional. He recuperado a estabilidad necesaria", señala. Lo ha hecho, un año después del momento más crítico de su carrera. Llegaba Dinamarca, como ahora. Pero no será lo mismo. Esta vez no tendrá que justificar nada, ni defender el criterio de Clemente. Sólo será el portero de la selección española.