Dos españoles en Francfort

Sergi Bruguera y Alberto Berasategui iniciarán mañana la disputa del Masters de Francfort, que reunirá a los ocho jugadores mejor clasificados de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). La presencia de dos jugadores españoles en la misma edición no se había producido desde que Manuel Orantes y Andrés Gimeno lo disputaron en Barcelona en 1972. Bruguera y Berasategui acuden a la última reunión del año con objetivos muy distintos. Mientras Sergi pretende mejorar su experiencia del año pasado -no ganó ninguno de los tres encuentros que disputó-, Alberto se conforma con haber llegado.El camino hacia el Masters ha sido sustancialmente distinto para Bruguera y Berasategui. Mientras el primero se aseguró prácticamente su plaza con sus excelentes resultados de la primera parte de la temporada, el segundo mantuvo la duda de su participación hasta la última semana. Esta será la tercera vez que Bruguera acude a Francfort. Berasategui, en cambio, debuta en esta selectiva competición.

Todo el recorrido hasta el Masters demuestra el distinto planteamiento de los dos mejores jugadores españoles del momento. Bruguera ha buscado mejorar su juego en todas las superficies. Berasategui todavía anda marcando sus objetivos en la clasificación mundial. Sergi tiene una situación consolidada. Sabe que su superioridad en la tierra batida le asegura estar entre los grandes. Y se plantea como objetivo convertirse en un gran campeón, capaz de ganar en cualquier superficie.

Por ese motivo sólo ha ganado tres torneos en 1994: Roland Garros, Gstaad y Praga. Sin embargo, su temporada ha sido completísima. Se ha prodigado en las pistas rápidas -ha participado en ocho torneos-, sobre las moquetas instaladas en pabellones -seis- y ni siquiera renunció al torneo de Wimbledon. Y en todas partes logró buenos resultados: octavos de final en el Open de EE UU, final en Dubai, semifinales en Milán, Stuttgart (bajo techo) y París-Bercy, y octavos de final enWimbledon.

Su capacidad de adaptación quedó demostrada. Sergi modificó sus esquemas mentales y acondicionó su juego a las pistas rápidas e incluso a la hierba. Pero la base de su clasificación la siguió encontrando en la tierra batida, donde ganó sus tres títulos del año y disputó otras tres finales.

Para Berasategui, en cambio, toda la temporada ha sido una sorpresa. Comenzó el año pensando en mantenerse entre los 30 mejores del mundo. Con su primer triunfo en Niza bajó el listón y lo situó en los 20. Cuando llegó a la final de Roland Garros bajó a los 10. Y en los últimos meses se propuso entrar en el Masters. Todo lo consiguió. Y todo lo hizo sin abandonar la tierra batida. Su mérito principal es que en una temporada cargada de torneos fue capaz de mantener un gran nivel de juego. Eso le llevó a ganar siete torneos -sólo Sampras, con ocho, le supera este año- y a disputar la final de Roland Garros.

Sin embargo, toda la trayectoria del año marcará la actuación de los dos españoles en el Masters. Bruguera se ha preparado para hacer un buen torneo. Berasategui, no. Sergi puede enfrentarse a los mejores jugadores del mundo en su terreno -la moqueta de Francfort- y lo ha demostrado ya en los torneos de Estocolmo y París. Mejorar su actuación del año pasado le resultará relativamente fácil.