Un adiós definitivo
Martina Navratilova se ha ido despidiendo de los torneos importantes desde hace un par de años. Cada una de sus últimas actuaciones en el Open de Estados Unidos, en Winibledon o en Roland Garros se convertía en un adiós. Sin embargo, en el Masters de Nueva York Martina entonará el adiós definitivo. El Madison Square Garden vivirá esta semana su despedida real. Y el homenaje que se le rendirá será la prueba más palpable de ello.Será dificil, sin embargo, no toparse con Martina en el circuito. Su carisma pervivirá durante muchos años. Su personalidad seguirá viva entre las mismas jugadoras, los organizadores y los aficionados que se resisten a perderla. Martina ha sido elegida presidenta de la Asociación de Jugadoras de Tenis (WTA) y ha anunciado que piensa dedicar muchas horas a esta función. Por otra parte, nadie se cree realmente que abandone absolutamente el circuito profesional. Aún habrá ocasiones para verla: en torneos pequeños o en las pruebas de dobles de los grandes.
"Jugando al tenis como lo hice en Oakland contra Arantxa, nadie puede decirme que he alargado demasiado mi carrera", cuenta la jugadora nacida en la ex Checoslovaquia. "En ocasiones me digo a mí misma: mira el golpe que acabas de dar; es igual que hace 10 años". Pero nada es comparable.
En la leyenda
Hace 19 años que Martina se mueve en el circuito profesional. Y su carrera se ha ido jalonando de éxitos. El partido que perdió en tres disputadas mangas ante Arantxa Sánchez hace sólo una semana, correspondía a su 239ª final. Nadie, ninguna de las grandes leyendas del tenis femenino como Billie Jean King, Chris Evert, Margaret Court, Maureen Connolly, había llegado tan lejos.
Martina convirtió el circuito en algo personal. Era suyo. Lo compartió con Chris Evert durante la década de los ochenta. Y después, abrió la puerta para que Graf y Seles ofrecieran una bocanada de aire nuevo. Pero ella seguía allí, latente, viva. Y fue durante estos últimos años cuando acabó de redondear sus marcas: 1.438 partidos ganados en su carrera. 167 títulos en su poder y 165 de dobles, 18 títulos del Gran Slam (3 Open de Australia, 2 Roland Garros, 9 Wimbledon -nadie ha ganado tantos- y 4 Open de Estados Unidos), 31 finales del Grand Slam (la últma a los 37 años ante Conchita en Wimbledon este año), mas de 20 millones de dólares ganados sólo en premios.
Hace ya muchos años que Martina es unaleyenda. Toda su vida, con las crisis personales y las posturas radicales abiertas sobre su homosexualidad, con su honestidad y su sensibilidad, ha sido una novela y el envoltorio perfecto par sus éxitos deportivos. Por eso, olvidarla resultará tan dificil.
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