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El fiscal mantiene los 44 años de cárcel para la mujer que echó lejía en un biberón

El fiscal mantuvo ayer su petición de 44 años de cárcel para María José Domíguez, de 24 años, a la que acusa de intentar asesinar en dos ocasiones a su nietastra, de un año de edad: una vez echándole lejía en un biberón y otra haciéndole tragar una mezcla de medicamentos y alcohol etílico.La tercera sesión del juicio contra Domínguez, que proseguirá el miércoles, se centró en los interrogatorios del esposo de la acusada y abuelo de la niña, Ángel M., de 44 años, y dos hermanos de María Isabel, de 17 años y madre de la niña. También declararon los médicos forenses que exploraron a la pequeña tras la ingestión de la explosiva mezcla: si no hubiera sido por los rápidos cuidados médicos, la pequeña habría muerto.

Los celos entre María Isabel, madre de la niña, y la acusada pueden estar detrás de ambos intentos de asesinato, según sostiene el fiscal. Al enviudar, Ángel M. se casó con la acusada, pero ya tenía cinco hijos de su anterior matrimonio; la mayor de ellos, María Isabel. Todos vivían en la misma casa, bajo el sostén económico de Ángel M., conserje de un colegio. Las relaciones entre la acusada y su hijastra María Isabel no fueron buenas, según declararon ayer los hermanos de esta última. Ambas tuvieron sendos bebés casi a la par.

Angel M. señaló al tribunal que durante la primera sesión del juicio su hija le confesó que eran inciertas las acusaciones de intentos de asesinato que había vertido ante el juez instructor contra su madrastra. Agregó que su hija, cuando dio a luz, habló de dar en adopción a la pequeña, sí bien él la disuadió para que no lo hiciese. Definió a María Isabel como "descuidada" en la atención hacia la pequeña, y aseguró que los conflictos que ésta mantenía con su esposa se debían a que él no le permitía "hacer determinadas cosas". Una tía de la acusada dijo que María Isabel sentía envidia de su sobrina y que por eso la acusó de intentar matarle a la niña.

El intento de envenenamiento con pastillas y alcohol de la pequeña -Marta- se produjo el 5 de julio de 1993. La niña, en brazos de su madre, llegó al hospital sobre las nueve y media de la noche. Ese día, la acusada estuvo en la piscina y volvió a casa entre las ocho y las ocho y media de la tarde.

Los forenses no pudieron determinar ayer la hora exacta en la que se dio a la pequeña la mortal mezcla, aunque indicaron que, como máximo, tuvo que ser dos horas antes. El tiempo entre la ingesta de ese veneno y el ingreso en el hospital es uno de los datos en los que está incidiendo el abogado de la acusada, Emilio Rodríguez Menéndez, para exigir su exculpación.

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