Un tipo divertido e imprevisible
Bruce Grobbelaar nació en Durban hace 37 años, pero a los dos meses fue llevado por sus padres desde África del Sur hasta Salisbury [Harare], la capital de Rodesia. Con el ejército de aquel país patrulló la frontera con Mozambique y, según dice: "Aprendí que hay cosas más importantes en la vida que el resultado de un partido de fútbol".Se inició en la Tercera División inglesa, con el Crewe Alexandra, en el que disputó 24 partidos en la temporada 1979-1980. Problemas con el visado le obligaron a emigrar hasta el Vancouver Whitecaps, de Canadá. El ingreso en el Liverpool se produjo en 1981. No tardó mucho en convertirse en un ídolo extravagante, muy querido por sus payasadas dentro y fuera del terreno. Tras un largo exilio, volvió hace dos años a la selección de Zimbabue.
El carisma de Grobbelaar, casado y con dos hijas, se basa en las acrobacias, las extravagancias, los puñetazos a compañeros que no cumplen y las cantadas que le han convertido en un personaje divertidos e imprevisible. Su palmarés no delata necesidades económicas. Con el Liverpool ganó seis Ligas, tres Copas, cuatro Copas de la Liga, una Supercopa y la Copa de Europa (1984). Fue el protagonista de la final continental. El Liverpool se enfrentó al Roma en la capital italiana. Tras un empate a uno y una estéril prórroga, se llegó a los penaltis. El Liverpool vencía por 3-2 cuando el italiano Graziani se aprestó a lanzar. Grobbelaar hizo semblante de temblar para luego cubrir las rodillas con las manos y bascularlas en el más puro estilo circense. Graziani lanzó fuera. Una típica payasada de Grobbelaar valió la mejor Copa.
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