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ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS

El 'poder negro' de Marion Barry reconquista Washington

Antonio Caño

Marion Barry es exactamente la otra cara de la moneda de Oliver North. Como el protagonista del escándalo IránContra, que ahora aspira a un puesto en el Senado, el candidato a la alcaldía de Washington es un redimido de antiguos delitos. Como North, Marion Barry es un populista que dice ser un enemigo del establecimiento político. Ambos tienen discursos con tintes racistas. La diferencia radica en que Barry, de raza negra, descarga su furia contra la mayoría blanca, con lenguaje izquierdista y desde el Partido Demócrata.La candidatura de Barry ha dividido radicalmente en dos mitades la capital de la nación. Más de un 70% de los negros, según las últimas encuestas, anuncian su voto para él, pero menos de un 5% de los blancos se muestra partidario de apoyarle. Sin embargo, el 60% de la población de Washington es de raza negra y la candidatura de Barry tiene el triunfo virtualmente asegurado.

Marion Barry ya era alcalde de Washington cuando fue detenido en 1990 por consumo de drogas. Durante los meses que pasó en prisión por ese delito, dice haber reflexionado sobre su vida y haber sufrido una profunda transformación espiritual. Salió de prisión vestido con ropas africanas y prometió ser una persona regenerada y dispuesta a seguir luchando por la causa de su maltratada minoría. Casi un 90% de los negros, según las encuestas, lo creyeron. Barry arrasó en las elecciones primarias a la actual alcaldesa, Sharon Pratt Kelly, y no parece ahora encontrar resistencia en su contrincante el próximo martes, la republicana de tendencia moderada Carol Schwartz.

Schwartz ha advertido al electorado que sería un desastre dejar la alcaldía en manos de un hombre "con un vicio autodestructivo que, desgraciadamente, arrastrará a la ciudad con él". Barry afirma que ha abandonado su adicción a la cocaína pero se niega a someterse a una prueba antidrogas antes de las elecciones.

Barry no se ha molestado en hacer campaña en los suburbios blancos o en hablar con periodistas de esa raza. Su poder está concentrado en esos barrios negros dominados por el crimen y la marginación en los que se ha perdido toda confianza en los políticos tradicionales. En esos barrios no sólo creen que Barry es la persona adecuada para hablarle con energía al Gobierno, sino que hasta comparten el punto de vista del candidato de que su detención fue la culminación de un compló blanco.

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