Un juez da el tercer grado a un etarra sin delitos de sangre y pide su libertad

El preso de ETA Leoncio Calvo Marqués, condenado a 18 años de cárcel, pero sin delitos de sangre, ha accedido al tercer grado tras haber cumplido tres cuartas partes de la condena, según confirmó ayer Instituciones Penitenciarias. El juez de Vigilancia Penitenciaria de Pamplona, Ángel Iríbar, concedió la semana pasada este régimen a Calvo en un escrito en el que pide que se agilicen los trámites para que salga en libertad condicional. La reinserción de etarras originó semanas atrás ácidas críticas del PP. En esta ocasión fue informado de la decisión, que considera correcta.

Calvo podrá salir de la prisión de día cuando acredite que tiene trabajo o se comprometa a cursar estudios. En caso contrario, únicamente podrá abandonar el Centro de Preventivos de Pamplona los fines de semana. El juez justifica su decisión de conceder el tercer grado -al que se había opuesto Instituciones Penitenciarias- en el hecho de que Calvo "se halla totalmente desvinculado" de ETA, "habiendo renunciado expresamente al uso de armas". También alega que Calvo ha hecho una "maniflesta separación del colectivo de presos" de la organización.El juez explica que la trayectoria del recluso en la cárcel ha sido favorable "tanto en el desempeño de destino como en actividades de todo tipo". En el auto se explica que el centro "informó favorablemente a su progresión de grado".

Iribar argumenta, además, que el recluso ha cumplido las tres cuartas partes de su condena, por lo que también pide que se abra el proceso para que Calvo pueda lograr la libertad condicional y redimir en la calle lo que le resta de condena.

La secretaria de Estado de Asuntos Penitenciarios, Paz Fernández, había comunicado a los partidos del Pacto Antiterrorista de Madrid la decisión del juez, según confirmó ayer el presidente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja. El dirigente popular indicó que los populares no tenían ninguna discrepancia con esta decisión.

Calvo ha cumplido 14 a los (10 efectivos de permanencia en prisión y cuatro de redención de condena) y no tiene pendiente más asuntos con la Justicia. Fue detenido en 1984 en Pamplona junto con Enrique Labay Machín, acusados de pertenecer al comando Mendaur y de ser los responsables del asesinato del jefe de comunicaciones del aeropuerto de Noain (Navarra), Jesús Bianco Cereceda, y del policía Diego Torrente Reverte. Ambos atentados fueron cometidos en 1984. En el momento de la desarticulación del grupo, éste pretendía atentar con una trampa bomba contra una patrulla de la policía en Pamplona. Calvo fue condenado por tenencia de explosivos y robo.

La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) reiteró ayer, antes de conocerse el paso al tercer grado de Calvo, que la "estrategia política" de excarcelación de terroristas impulsada por el Gobierno "sólo sirve para alentar a los terroristas a que sigan asesinando".

Un total de 284 miembros de ETA han sido excarcelados desde 1982, según ha reconocido el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, en el Congreso de los que 105 han salido de prisión en los ultimos cinco años.