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La fiscalía pide entre 6 y 15 años de cárcel para 10 guardias civiles implicados en tráfico de drogas

La fiscalía especial antidroga ha pedido penas de entre 6 y 15 años de cárcel para los 18 implicados en el caso UCIFA, entre los que figuran de miembros de la Unidad Central de Investigación Fiscal y Antidroga de la Guardia Civil que pagaban con cocaína a los confidentes. El fiscal solicita 15 años de prisión para el comandante José Ramón Pindado Martínez, el sargento Gonzalo Méndez Gutiérrez y el guardia Vicente Domínguez Serrano, y nueve años para el teniente coronel Francisco Quintero Sanjuán, por delitos contra la salud pública y falsedad en los atestados oficiales, en los que se hacían constar cantidades in cautadas de droga que luego volvían al mercado negro a través de los confidentes.

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Procesados y penas solicitadas

Las penas de cárcel solicitadas por el fiscal en sus conclusiones provisionales suman 172 años y 4 meses, y.las multas ascienden a 1.477 millones de pesetas. Los hechos sucedieron entre los años 88 y 92. Para el acto del juicio, el fiscal ha pedido que comparezcan 25 testigos, entre ellos el coronel Arsenio Ayuso, máximo responsable de la UCIFA desde 1987 hasta su retiro, y el general Rafael Garabito, sucesor de Ayuso y destituido al estallar el escándalo.La unidad antidroga de la Guardia Civil (UCIFA) fue desmantelada en diciembre de 1992 por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, quien en una de sus resonantes intervenciones acudió a la Dirección de la Guardia Civil, encarceló a ocho agentes y se incautó de abundante documentación, después de que el guardia Vicente Domínguez denunciase seis meses antes que mandos de la unidad antidroga pagabán a sus confidentes con parte de lá mercancía decomisada.

El acta de acusación de la fiscalía antidroga recoge hasta. diez cargos contra agentes y colaboradores, y en, los principales aparecen implicados el jefe de la unidad," el comandante José Ramón Pindado, junto con el sargento Gonzalo Méndez Gutiérrez, el guardia Doroteo.Gómez Porras, los confidentes Ramón del Temple Llopis. y: los presuntos traficantes José Luis Recuero y José Manuel García Gutiérrez, conocí dos como Los hermanos Dalton.

Según el fiscal, en diciembre de 1990 la UCIFA intervino en la aprehensión de 93 kilos de cocaína prodente de Colombia e introducida en España a través del aeropuerto de Barajas. La operación tuvo dos fases, en la primera de las cuales entraron 35 kilos que llegaron al hotel Foxá de Madrid. En otra posterior, fueron aprehendidos 58 kilos y llevados a la Dirección de la Guardia CivilDe los primeros 35 kilos, el guardia Dorotoeo Gómez Porras detrajo 5 kilos para premiar la colaboración de Los hermanos Dalton, y de los otros 58, el comandante Pindado retiró 6 kilos. En los atestados instruidos días después "se afirmaba mendazmente que la droga intervenida había sido 30 y 52 kilos de cocaína, respectivamente, en vez de los 35 y 58 kilos efectivamente ocupados".

Los Dalton vendieron dos kilos a Ramón del Temple, también colaborador en operaciones de la UCIFA, quien a su vez los vendió a los presuntos traficantes Juan José Garrote Gago, Ricardo Fernández Barbudo y Juan Pallol Trigueros, y otros tres kilos a otro individuo identificado sólo como Alfonso.

Un kilo de azúcar

Este sistema de pago a confidentes lo utilizaron otros mandos y agentes con los mismos u otros confidentes, en la aprehensión de varios alijos. En una operación montada el 4 de mayo de 1990, el teniente coronel Francisco Quintero detrajo un kilo de coca de un alijo de 30 kilos como medio de pago a los Dalton. Pero en este caso, el entonces cabo primero Manuel Cervera mezcló un kilo de azúcar con los 29 de cocaína restantes e hizo constar 30 en el atestado.

Otro grupo de delitos defabricación de pruebas falsas tiene por principal encausado al cabo primero Félix Molina James. Según la acusación fiscal, para probar la supuesta implicación en el tráfico de drogas de un guardia segundo destinado en la comandancia de Pamplona, Molina James, junto a los guardias Doroteo Gómez Porras y Antonio López Segura, introdujo en el vehículo del agente investigado 25 gramos de hachís y dos papelinas de heroína. El mismo día procedieron a la detención del guardia y le pusieron a dispósción de la 522 Comandancia, por lo que han sido acusados también de detención ilegal.

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