Gil tiene razones para buscar a Futre

Uno de los males del Atlético procede de sus tropiezos lejos del Calderón. Los números de la Liga reflejan un punto de inflexión en esta crisis de resultados: la marcha de Paulo Futre. Con él en el club, el equipo ganó el 34 por ciento de los partidos disputados fuera de casa. Desde su última actuación (16-1-93), los rojiblancos se han impuesto sólo en el 12 por ciento. Las estadísticas, pues, aplauden los intentos de Jesús Gil por conseguir su regreso del fútbol italiano.Futre fue el símbolo del Atlético en los inicios de la era Gil. Hasta su adiós, provocado por unas críticas declaraciones de Luis Aragonés, su entrenador, tras un encuentro de la máxima ante el Madrid, el equipo jugó 103 partidos de Liga como forastero. Con un balance equilibrado: 35 victorias (34%), 32 empates (31%) y 36 derrotas (35%).

La trayectoria visitante del Atlético mantuvo una línea muy regular. Así lo demuestran los números foráneos de sus cinco temporadas completas en el club: 1987-88 (21 puntos); 1988-89 (16); 1989-90 (18); 1990-91 (20), y 1991-92 (20). Y los de la campaña que dejó a medias, la 199293: el Atlético ya había jugado 8 partidos lejos del Calderón (4 triunfos, 1 empate y 3 derrotas).

En cambio, en cuanto el portugués se fue, el. Atlético minimizó la rentabilidad de sus desplazamientos. Desde entonces, el equipo lleva jugados 34 encuentros fuera, con un balance desolador: 4 victorias (12%), 9 empates (26%) y 21 derrotas (62%). Sólo sumó 7 puntos en los 11 encuentros que sucedieron a la marcha de Futre en la temporada 1992-93. Sólo 10 puntos en la pasada campaña. Y ninguno, en las cuatro jornadas que se llevan de ésta.

El capítulo de los goles también refleja diferencias. En la etapa Futre, el Atlético marcó un gol más de los que recibió: 120 a favor (1,16 por partido) y 119 en contra (1,15). En el periodo posterior, las estadísticas se invierten: el conjunto rojiblanco anotó 36 tantos (1,05 por partido) y le anotaron 54 (1,58). Las clasificaciones también hablan en favor de Futre. Con él, el Atlético consiguió dos Copas del Rey y siempre se clasificó para la Copa de la UEFA. Sin él, el equipo no consigue escaparse de las zonas bajas de la tabla.