"Es injusto llamar integristas musulmanes a quienes no son sino terroristas"

El egipcio Ahmed Esmat Abdel Meguid, secretario general de la Liga de Estados Arabes desde 1991, disfruta al destacar el orgullo que los españoles sienten ante los restos de la floreciente presencia musulmana en núestro país. El corpulento Meguid, de 71 años, responde con sus suaves maneras a la esencia del diplomático. Curtido durante más de una década en los pasillos de la ONU y ministro de Exteriores de Egipto entre 1984 y 1991, ahora es el responsable de una organización que incluye a 22 Estados árabes desde Marruecos hasta Kuwait, que vela por la seguridad y los intereses de todos ellos y que no se inmiscuye lo más mínimo en los problemas domésticos de cada uno."La prensa occidental es responsable de una injusticia hacia el mundo árabe", denuncia Meguid, "al llamar integristas musulmanes a quienes no son más qué terroristas. A nadie se le ocurre llamar integristas ortodoxos a los serbios, que han puesto en práctica el crimen de la limpieza étnica. No es justo llamar musulmanes a los terroristas porque la religión islámica considera inadmisible su conducta. Además, el mundo árabe siempre ha destacado por su tolerancia y acoge a gran número de cristianos y judíos".

Meguid expresa su más profunda consternación por el "salvaje crimen" perpetrado por los radicales argelinos contra dos religiosas españolas el pasado domingo, "más deleznable aún que otros porque. ellas sólo pretendían colaborar con la población".

La Liga Árabe nació en 1945, "antes que la ONU", y durante años su primer objetivo fue aunar los esfuerzos de los países árabes en la lucha contra el Estado de Israel. Egipto fue expulsado de la organización en 1.979, después de haber firmado la paz con Israel. Ahora las cosas han cambiado. Egipto ha vuelto a ser sede de la organización. "Hay un Estado miembro de la Liga que se llama Palestina", explica Meguid, que celebra como un gran impulso para el proceso de normalización en Oriente Próximo la firma, ma-, ñana, de un acuerdo de paz entre Israel y Jordania. Meguid recalca que es imprescindible que Siria y Líbano sigan los pasos de sus vecinos si realmente se aspira a, pacificar la región, pero advierte que "no sería sabio" esperar avances importantes tras la anunciada visita del presidente de Estados Unidos a Damasco.El bloqueo económico impuesto a Israel por la Liga desde el establecimiento del Estado hebreo hace aguas por todas partes. Varíos países, con Arabia Saudí a la cabeza, han anunciado su disposición a comerciar con Israel. "El bloqueo a las empresas que comercian con Israel pierde sentido porque muchas de ellas son de países que forman parte del grupo de donantes que ha prometido aportar 2.400 millones de dólares 300.000 millones de pesetas] para poner en marcha la autonomía palestina", explica Meguid. -

"La invasión iraquí de Ku- wait en 1990 fue un hecho insó lito, la primera vez que un país árabe invadió otro país árabe, algo que nunca había pasado antes", dice Meguid con desgarro, pero el diplomático árabe asegura que Irak y Kuwait normalizarán sus relaciones: "Hará falta tiempo, pero todos los problemas se arreglarán". Con respecto a los recientes movimientos de tropas iraquíes cerca de la frontera kuwaití, Me guid se muestra perplejo: "No puedo entender qué pretendía el presidente Sadam Husein. Él aceptó las resoluciones de la ONU y debe cumplirlas, pero el pueblo iraquí pasa por una situación de auténtica penuria".

El hecho de que su compatriota Butros Butros-Gali ejerza como secretario general de la ONU no ha modificado las relaciones del organismo internacional con el mundo árabe, asegura Meguid entre sonrisas: "Butros-Gali se conduce de acuerdo con la Carta de la ONU y cumple las disposiciones del Consejo de Seguridad, realmente no puede hacer gran cosa".