El Gobierno y el PP pactan la candidatura de Landelino Lavila para defensor del pueblo
Landelino Lavilla, de 60 años, ex presidente de las Cortes y ex ministro de Justicia con UCD, es el candidato pactado por el Gobierno y el Partido Popular para ocupar el puesto de defensor del pueblo. El nombramiento de este cargo, que está en situación de interinidad desde hace más de un año, es el último'obstáculo para cubrir las vacantes en órganos institucionales y convertir en realidad el denominado impulso democrático.
A primeras horas de la noche, un representante del Gabinete se puso en contacto con Lavilla, actualmente miembro del Consejo de Estado, para convencerle de que aceptara la propuesta, respaldada por el PSOE y el PP y también por otros grupos de la oposición. Según informó la agencia Europa Press, Lavilla se mostró reacio a aceptar la candidatura porque no desea regresar a un puesto de primera fila de la actividad pública. Sin embargo, según algunos dirigentes parlamentarios, esas reticencias podrían quedar superadas con el hecho de que su candidatura para defensor del pueblo fuera avalada por un amplio abanico de fuerzas parlamentarias.La negociación quedó anoche cerrada, a la espera de la respuesta de Lavilla, tras más de un año de aproximaciones y distanciamientos entre el Gobierno y el PP. El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el portavoz popularen el Congreso de los Diputados, Rodrigo Rato, han sido los principales negociadores.
El presidente del PP, José María Aznar, declaró al término del pleno del Congreso respecto a la candidatura de Lavilla: "Yo tengo una excelente opinión de él". Rato se mostró convencido de cerrar el acuerdo en el transcurso de la noche o a lo largo de la mañana de hoy. Los populares se encontraban todavía pendientes de conseguir el visto bueno del Gobierno para la persona que ellos proponen para adjunto al Defensor del Pueblo.
Un año de negociación
Las conversaciones entre el Gobierno y el PP se han prolongado durante un año. En varias ocasiones en las últimas semanas ha estado a punto de cerrarse el acuerdo.
En el caso del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la cobertura de todas sus vacantes se ha dado por finalizada después de que un informe de los servicios jurídicos del Estado haya dado vía libre a la elección del magistrado Pascual Estevill dentro del cupo reservado a juristas de reconocido prestigio. Estevill formaba parte de la terna presentada por CiU. Los candidatos para ocupar las otras cinco vacantes estaban pactados por el PSOE, PP, PNV e IU desde hace varias semanas.
"Un órgano funciona bien cuando está completo". Estas palabras de Pascual Sala, presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), revelanel disgusto contenido con que el órgano de gobierno de los jueces ha padecido primero la sangría de vocales -la Imiyoría destinados a funciones de alta política- y después las dilaciones del PSOE y el PP para cubrir las seis vacantes producidas en dos años de provisionalidad y carencias, informa Bonifacio de la Cuadra.
La más grave consecuencia de que un CGPJ de 21 miembros quedara reducido a 15 se produjo el 6 de julio de este año, cuando la coincidencia de la enfermedad del vocal Javier Gómez de Liaño y el viaje oficial del vicepresidente José Luis Manzanares impidieron que se cumpliera el quórum mínimo de 14 miembros y hubo que suspender el pleno del Consejo.
La ausencia de seis vocales ha distorsionado las mayorías de este órgano y ha obligado a duplicar tareas y, en definitiva, a dejar desatendidas funciones de gobierno del poder judicial, con repercusión sobre el servicio a los ciudadanos.
Almargen del fallecimiento de un vocal y la dimisión de otro, la.marcha a la fiscalía general del Estado de Eligio Hernández, el desembarco en el Parlamento de Julio Padilla -como diputado del PP- y en el Gobierno de Juan Alberto Belloch -como ministro de Justicia- y, más tarde, de María Teresa Fernández de la Vega como secretaria de Estado de Justicia, dejaron el CGPJ en cuadro. Las competencias sobre formación, que asumía Belloch, fueron traspasadas a Fernández de la Vega y, al marcharse ella, al vocal Tomás S. Vives, que ya tenía otros cometidos, entre ellos en la Comisión de Estudios e Informes.
En cuanto a RTVE, la decisión del periodista José Manuel Martín Medem de abandonar RNE para formar parte del consejo del Ente Público a propuesta de IU ha eliminado el último obstáculo para renovar este organismo.
El nuevo consejo estará formado por Eugenio Nasarre, exdirector general de RTVE; Miguel Ángel Gozalo, periodista; José Vila Abelló, economista y asesor fiscal; José Antonio Pérez-Nievas, presidente de la empresa de electrónica CESELSA; José Miguel Abad, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Barcelona; José Ruiz Huertas, catedrático; Ander Landáburu, periodista; Antonio Santillana, catedrático; Josep María Trías de Bes, ex diputado de Convergéncia i Unió; José Manuel Martín Medem, periodista, y José Ignacio Unda.
Un democristiano bien considerado por el PSOE
Landelino Lavilla Alsina, miembro del Consejo de Estado y candidato pactado para convertirse en defensor del pueblo, nació en Lérida el 6 de agosto de 1934. Después de estudiar Derecho en las universidades de Zaragoza y Madrid, se incorporó al cuerpo de abogados del Estado, al que accedió tras aprobar la correspondiente oposición.Poco antes de la llegada a España de la democracia, Lavilla inició su carrera política, al incorporarse en 1973 como miembro -fundador al grupo Tácito, de tendencia democristiana, una ideología en la que todavía se mantiene.
Su entrada en la Administración se produjo al año siguiente, cuando fue nombrado' subsecretario,del Ministerio de industria. Ya en el órgano clave de la transición democrática, las Cortes Constituyentes, fue senador por designación real.En julio de 1976 ocupó la cartera de Justicia en el primer Gobierno de Adolfo Suárez, cargo en el que se mantuvo hasta el tercer Gobierno de la Unión de Centro Democrático, en abril de 1979. En la primera legislatura constitucional (1979-1982) fue presidente del Congreso de los Diputados.
Landelino Lavilla. fue uno de los líderes del sector crítico que se abrió en la UCD en la última época de Suárez al frente del Gobierno español, lo que no impidió que en octubre de 1982 fuera uno de los cabezas de lista de esa formación para las legislativas de 1982.
Tras la estrepitosa derrota de su formación política a manos del partido socialista, Lavilla pasó a formar parte, con el visto bueno del PSOE, del Consejo de Estado, cargo en el que permanece en la actualidad como consejero permanente y presidente de la sección de Asuntos Exteriores y Justicia.
Lavilla ya ha sido moneda de negociaciones para puestos vitales del Estado. En 1992, PSOE e Izquierda Unida alcanzaron un acuerdo de principio para proponerle como candidato al Tribunal Constitucional, si bien la iniciativa no prosperó ante la falta de consenso con el Partido Popular, formación que ahora lo apoya como candidato a defensor del pueblo.
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