El sueño de unas primarias para UA
Las elecciones han mostrado en Álava una verdadera disociación entre Vitoria y el resto de la provincia. La victoria de Unidad Alavesa (UA) en la capital tiene como contrapeso su menor poder de convocatoria en el resto del territorio, convirtiendo al voto foralista en un voto urbano, que deja en manos del PNV los pueblos. El sueño de UA, que ha pasado de 16.594 votos en las generales de 1993 a 27.682 en las autonómicas, de los que 22.215 son de Vitoria, sería acelerar la máquina del tiempo hasta mayo de 1995 y convertir estos resultados en los de las elecciones municipales y forales. Hubieran conseguido uno de sus objetivos, desbancar al alcalde del PNV, al único que ha conocido Vitoria en democracia, José Ángel Cuerda. El asalto a la Diputación sería más difícil.En Álava, los votos no nacionalistas suman más del 60%, mientras que el nacionalismo, incluido HB sólo llega al 40%. Los resultados dan un susto al concepto de cohesión del PNV, es decir, tener el poder no sólo en, el Gobierno, sino en las tres diputaciones.
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