"Tiene ganas de ver a sus hijos"
El financiero catalán habló con su esposa en el locutorio de la Modelo
Llegó a las 18.15 a la Modelo en un coche blanco que se detuvo a 20 metros de la puerta de la prisión. Bajó ella sola y entró seria y sin hacer declaraciones. Dos de sus hijos aguardaron dentro del coche. Después de una larga espera para que quedara libre una cabina, se entrevistó con su esposo 20 minutos. A la salida, Mercedes Misol, elegante, sonriente y sobria, se paró un momento ante una nube de reporteros. Sólo dijo: "Tiene muchas ganas de ver a sus hijos. Gracias, muchas gracias". Y se metió en el coche.Entre los habitantes de la Modelo no abundan los que tienen entre sus apellidos artículos y preposiciones. El financiero los tiene. Pero allí dentro la composición normal de su nombre se ha alterado. No es Javier de la Rosa Martí, sino Rosa Martí, Javier de la. Es más, el número identificativo normal de cualquier ciudadano, como el DNI o el número fiscal, tampoco sirve. Allí hay otra numeración. A De la Rosa le ha tocado ser el número 119182. Su dirección habitual, en la zona alta de Barcelona, también ha variado. Ahora sus señas, además de la calle donde se encuentra la Modelo, no son ni una escalera, ni un piso, ni una puerta. Todo eso ya no vale. Los indicativos correctos son: primera galería, celda número 16.
De la Rosa comparte celda con dos presos acusados de tráfico de drogas y otro acusado de hurto. Ayer no salió al patio. "No sale, tiene miedo", decía un cartel que portaba un recluso. Alguien recordó episodios negros en la Modelo. En especial el del gánster francés Raymond Vaccarizi, asesinado en 1984 por un francotirador apostado en el exterior de la cárcel Modelo.
"Aquí, en el interior de la cárcel, se está reproduciendo cierta visión del entorno de De la Rosa en el mundo financiero", interpreta un familiar de un recluso. Allegados de otros internos de su misma galería explicaron que los presos se le arriman en busca de posibles beneficios.
Es día de visita. En el exterior, familiares de otros reclusos se quejan a los medios informativos concentrados ante la puerta de la Modelo del "mal trato" que reciben. "Al fin y al cabo, tan sólo han robado por necesidad, no como él", afirma una mujer. "Mi hijo lo ha visto", dice otra. "El mío está en la celda de al lado", explica una tercera. Es como si, de repente, todos los internos de la primera galería estuvieran con él. Otros aseguran que De la Rosa está recibiendo un trato de favor".
La presencia de numerosos fotógrafos llegó a crear problemas con algunos de esos familiares. Uno incluso amenazó con "partirle la cara al primero" que le hiciera una fotografía.
Mañana De la Rosa conocerá las actividades del penal. Recorrerá las dependencias para informarse de las diversas actividades que se pueden realizar en él. Mientras, se entretiene con lecturas diversas, especialmente de evasión, como las revistas 10 Minutos, Hola y la publicación Yate.
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