"Sería un error que los socialistas pasaran a la oposición"
José Antonio Ardanza, 53 años, hijo de humilde familia, es el actual lehendakari. Candidato por el PNV, todo parece indicar que repetirá legislatura.Pregunta. ¿Su ausencia del debate autonómico del Senado fue una decisión adoptada en su condición de lehendakari de los ciudadanos vascos o como militante del PNV?
Respuesta. Como lehendakari que constata que el pactó estatutario sigue sin cumplirse plenamente 15 años después. Mi posición es muy clara: no estoy dispuesto a participar en proceso nuevo alguno que no parta del cumplimiento íntegro del estatuto. Hace ya dos años y medio que le indiqué a Juan José Laborda que si querían transformar el Senado en una Cámara de representación territorial tendrían que modificar la Constitución. Cuando se cambió el reglamento del Senado, como partido indicamos que no íbamos a entrar en ese juego, y luego, cuando se anunció la formación de la comisión de autonomías, yo como lehendakari escribí a Laborda adelantándole cuál iba a ser nuestra posición. Así que no puede decirse que haya sido una decisión de última hora.
P. ¿Pero cree usted que la mayoría de la población vasca comparte una decisión tan drástica?
R. Aquí se entiende perfectamente. Otra cosa es lo que se interprete en los foros de Madrid. Durante todos estos años me han hecho quedar en un papel muy feo y ahora me dicen que el debate del Senado era una estupenda oportunidad para explicar mis reivindicaciones. ¿Qué pasa, que no se me ha escuchado durante estos 10 años? Todo esto me parece poco serio.
P. ¿Cree, efectivamente, que Ramón Jáuregui, Jaime Mayor Oreja o Javier Madrazo aman a Euskadi menos que usted?
R. Muy probablemente aman, desde luego, de distinta manera. Al final, yo no tengo un barómetro para medir el amor. Ciertamente, amarán de manera distinta a la mía, y es normal, porque para mí mi nación es Euskadi y para ellos su identificación de patria-nación es España. Hay una diferencia clara, y ante ese hecho cada uno se acerca a defender los intereses de ese país desde una actitud distinta.
P. ¿Qué es España para usted?
R. Un Estado plurinacional.
P. Pero no una nación.
R. Bueno, hay una identidad nacional también. Euskadi es una nación, y lo reconoce la Constitución y el propio estatuto. Lo cual no quiere decir que España esté constituida sólo por la nación vasca o la nación catalana. Hay otra, la gran mayoría, que es la nación española.
P. ¿Cuál es el principal logro de su Gobierno en esta legislatura y qué ha aportado al conjunto de España?
R. Abordar la crisis económica en un panorama cambiante y complejo que ha acabado con aquellos referentes ideológicos y aquellas figuras como la del Che Guevara que nos ilusionaron a los de la generación del 68. Hemos tenido que hacer un esfuerzo enorme de saneamiento de empresas y búsqueda de nuevas actividades. El otro gran esfuerzo ha sido el del pacto escolar, que nos ha permitido ordenar el sistema educativo con sus distintas redes. En la próxima legislatura tenemos que volcarnos en la calidad de la enseñanza, porque al final ése va a ser nuestro único recurso, diría yo.
P. ¿Cuál puede ser la aportación de lo vasco a ese mundo cambiante?R. A pesar de la imagen que podamos tener, nosotros hemos sido un país abierto al mundo. Hemos caminado a lo largo de la historia sobre un filo de navaja y abiertos a otras culturas, pero sin permitir que se nos arrasara. Un pueblo que pierde su identidad queda flotando en el absurdo y, la desintegración. Ahora que en EE UU hay una crisis de identidad, han venido aquí unos productores norteamericanos a hacer un documental porque están sorprendidos de que un país como éste, que ha sido cruce de fronteras, haya subsistido y además haya descubierto América, dado por primera vez la vuelta al mundo y esté en los espacios de poder económico y político del continente americano. Se preguntan dónde está el secreto, cuáles son los genes que hacen que un pueblo tan pequeño permanezca inexorablemente a lo largo de miles de años.
P. ¿A qué achaca todo eso?
R. A que nosotros hemos tenido siempre un talante muy flexible. La inteligencia, entre otras cosas, es saber adaptarse a los tiempos. Y eso permite no morir en el empeño numantino.
P. ¿Suscribe las palabras de Xabier Arzalluz "Yo, la independencia, mejor mañana que pasado mañana"?
R. Eso, Xabier Arzalluz lo dice y lo puede decir. Yo, en mi condición de lehendakari, suelo ser más cauto en este tipo de manifestaciones.
P. ¿Le gustaría conjugar la presidencia de su partido y la lehendakaritza?
R. Soy partidario de la actual bicefalia.
P. En el mundo económico vasco se echa en falta un liderazgo institucional que encabece la reacción social ante la crisis industrial, la pérdida en la renta per cápita o el desempleo juvenil.
R. Somos la única comunidad autónoma que ha tenido su propio plan industrial, y el pacto social no se hizo por la negativa de dos sindicatos. Yo no puedo poner a nadie la pistola en el pecho. Lo que sí hemos hecho, a petición de los empresarios, ha sido urgir a la Administración central a bajar la paridad de la peseta y los tipos de interés, y a flexibilizar el mercado de trabajo.
P. ¿Ha detectado usted síntomas de agota miento en la fórmula de Gobierno de coalición con los socialistas?
R. Ha habido crispación en cuestiones muy concretas y alguna situación de confrontación interna en la que al final yo, comolehendakari, he dicho la última palabra. ¿Pero agotadas las fórmulas políticas? Yo no rechazo a priori esa fórmula de coalición con los socialistas que ha durado ocho años, frente a los ocho meses que duró el tripartito nacionalista.
P. ¿En qué resulta más difícil entenderse con los socialistas?
R. Todo el mundo recuerda el conflicto que se produjo al final sobre la financiación de las ikastolas porque la posición adoptada por un miembro del Gobierno era contraria a la que mantenía el lehendakari. Lo dejé pasar meses y meses para posibilitar un consenso entre los partidos, pero a la vista de que eso no era posible, yo tomé la decisión.
P. ¿La idea de gobernar en solitario barajada por usted pertenece a la frivolidad electoral?
R. Es una posibilidad más, pero no es un objetivo pretendido por mi parte. Me gustaría , desde luego, formar un Gobierno monocolor siempre que tuviera no ya la mayoría absoluta, sino la suficiencia de Gobierno. Tengo que conjugar un programa de Gobierno con los votos suficientes para gobernar sin riesgo.
P. En el supuesto de que la coalición con los socialistas no sea posible...
R. Me parece un error que anuncien que pueden irse a la oposición. Es un error porque establecerían un precedente peligroso para el propio PSOE y beneficiarían al PP. La lectura que se haría con un PSE-EE que se va amargado a la oposición es que inmediatamente después el socialismo caerá en el resto de las autonomías. Presumo que el PSOE de Madrid se lo estará analizando con mucho cuidado.
P. ¿Para mandarle un fax a Jáuregui?
R. Un fax o un consejo serio. Hay una lucha a muerte entre los dos partidos estatales y lo que pase aquí va a tener incidencia en lo que vaya a pasar dentro de ocho meses en las elecciones municipales.
P. ¿Le preocuparía la ausencia de los socialistas?
R. Bueno, esta sociedad sabrá que esa decisión la toman los socialistas voluntariamente y sabrá que el lehendakari no podrá contar con esos mimbres para hacer el cesto del Gobierno.
P. ¿Preferiría que siguieran?
R. Preferiría que todo el mundo estuviera dispuesto a seguir colaborando. Su postura es un error porque aún cuando participen en las negociaciones todo el mundo va a saber que ellos no tienen muchas ganas.
P. ¿Qué le parecería, en ese supuesto, una coalición con EA y un pacto de no beligerancia con el PP hasta las elecciones muncipales?
R. Me parecería bien porque no habría mayores dificultades en llegar a un programa común. El problema está en que esos apoyos, que tienen que ser suficientes en el Parlamento vasco, deben tener reflejo también dentro de ocho meses en el siguiente tramo electoral. Esa combinación de votos haría solvente a la coalición en Vizcaya, y también en Guipúzcoa pero mucho me temo que en Álava no.
P. Sería posible combinar esa colaboración con EA con un pacto de no beligerancia con el PP.
R. No voy a entrar en este momento a desgranar todas las posibilidades. Vamos a esperar al 23 por la noche.
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