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Una excusa como otra cualquiera para lucir esmoquin

Las anunciadas acciones anti-OTI quedaron, finalmente, como meros actos simbólicos de protesta. Un grupo reducido de manifestantes despotricó contra el festival de la canción por "caduco, vergonzoso y hortera" y acusó a los políticos de la Generalitat valenciana de "aprovechar cualquier excusa para lucir el esmoquin ( ... ) y gastar los dineros públicos en un festival que representa, justamente, lo que ya no somos."Los críticos, que perdieron la oportunidad histórica de denunciar también el vestuario de los presentadores de Canal 9 o algunos diseños de las cerámicas de Lladró, pudieron escuchar cómo algunas viandantes, señoras muy puestas y luciendo derroche de laca, comentaban que "el festival tampoco era tan feo, hasta había caballos...". Lo más simpático del acto de protesta fue la postal realizada por el grupo Joves de UPV (Unió del Poble Valencià), diseñada con una caricatura de José Luis Moreno, director de la ceremonia, jugando a los muñecos y la ventriloquia con Jordi García Candau, director de RTVE, y con Joan Lerma, presidente de la Generalitat.

El lema Hosti, quina broma 3 cuestiona el hecho de que Valencia se haya convertido en la sede permanente -por lo menos en estos tres últimos años- del festival de la OTI. Fuentes de TVE confirmaron el interés de otros países -entre ellos Paraguay y Uruguay- por celebrar el certamen, "pero no se podía asegurar el suministro eléctrico durante la retransmisión".

La organización española, consciente del interés que todavía suscita este concurso en Latinoamérica, realizó todo un despliegue técnico durante siete horas para 500 millones de espectadores. La OTI será hortera, pero tiene su público.

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