El presidente del Banco Central Ruso presenta la dimisión a Borís Yeltsin, que había pedido su cese al Parlamento

Víktor Gerashchenko entró ayer en el Kremlin a entrevistarse con Borís Yeltsin con una carta de dimisión como presidente del Banco Central en la mano. Yeltsin la aceptó de inmediato -"de acuerdo con sus deseos", según consta en el decreto firmado por el presidente-, no sin antes criticar el "débil control de la política financiera de Rusia" ejercida por el Banco Central. Después, comunicó la dimisión de Gerashchenko -quien también fue primer responsable del banco durante el régimen soviético- a la Duma (la cámara baja del Parlamento ruso). Al tiempo, Yeltsin retiró la petición que había realizado el miércoles a la Duma para que cesaran a Gerashchenko, según confirmó su presidente, Iván Ribkin. La Duma había pospuesto hasta el próximo miércoles cualquier decisión sobre Gerashchenko.Ayer, tras conocerse la dimisión de este político de 57 años se multiplicaron las afirmaciones de reconocimiento a su valía. Se mantuvo al margen Borís Fyodorov, que fue ministro de Finanzas hasta enero y dimitió por diferencias con el Gobierno, entre las que destacaba su oposición a Geraschenko. El nombre de Fyodorov ha circulado estos días en Moscú como posible sucesor de Gerashchenko. Este, desde Londres, expresó su escepticismo a tal posibilidad. "Nadie me ha ofrecido nada", dijo en el aeropuerto antes de embarcarse hacia Moscú. Y añadió: "Dudo que quienes están ahora en el poder puedan ofrecerme algo porque no aceptarán mis condiciones". Fyodorov es un defensor del libre mercado mientras que Gerashchenko dirigía más sus preocupaciones a la caída de la producción que a la marcha del rublo.

La moneda rusa mantuvo ayer la estabilidad lograda el jueves con la intervención del Banco Central. Tras un primer momento de ligera depreciación al conocerse la dimisión de Gerashchenko, se apreció unos pocos rublos para quedar al nivel de 2.988 desde los 2.994 rublos por dólar de la víspera.

Desde Alemania, el ministro de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, expresó su apoyo a Yeltsin y a su actuación en la crisis del rublo. Afirmó que Yeltsin es "en estos momentos la mejor persona para mantener la difícil situación actual bajo control".