La lógica vuelve al Villamarín

El Betis pasé sus apuros para vencer. La lógica ha vuelto al Villamarín, un feudo que había conocido dos recientes lecciones de fútbol y gol. Albacete y Sporting se fueron de Sevilla con un saco de goles y cuatro estallidos en sus postes. El Español empleó una táctica de laboratorio: el orden, receta suficiente para desaliñar la apuesta ofensiva de los verdiblancos. Camacho opuso al Betis una defensa sin apenas grietas, un esquema precavido y a la medida de un feudo en vena.El Betis no esperó ni un minuto para mostrar sus armas. El vértigo es su secreto. Los verdiblancos confieren electricidad a todas sus acciones de ataque. El Español se entregó ante este ritmo de re lámpagos. En diez minutos, los béticos ya tuvieron tiempo para lamentar tres claras ocasiones. La alegría ofensiva local encontró, sin embargo, un tronco en su camino. En la primera llegada españolista, Alexis trabé a Arteaga en el área. La mejor ocasión del partido caía del lado de quienes menos la habían buscado.

Francisco fue, a la postre, el culpable de que el Betis añadiera más chispa a sus acciones. Ocho minutos después de que el ex sevillista enviara a la grada el máximo castigo, los locales encararon el partido. Márquez se inventó un triángulo letal que él mismo llevó a la red. Desde su campo combinó con Menéndez y galopó hasta el área. El vuelo del balón acabó en gol tras impactar en la cabeza del dueño del carril derecho.

La obligada apertura españolista desveló algunos defectos en la zaga bética. El más flagrante, el que originó el empate. Un extraño balón regresó al área tras ser rechazado. Roberto, libre de marca, conectó de cabeza una hipérbole suficiente para evitar las manos de Jaro.

En la segunda mitad el juego cambió de escenario. Ahora eran los locales los que se escondían. El Español entregó a Lardín el ataque. El joven delantero españolista se las arreglo solo para descolocar a la zaga local.

Y la fortuna se le apareció al Betis. La entrada de Kowalczyk ayudó bastante. El polaco puso el 2-1 en las botas de Stosic en su segunda intervención. Y a partir de ahí el Betis volvió a tomar el gobierno del partido. Marcó un nuevo gol y jugó un tramo final de encuentro espléndido.