_
_
_
_

La falta de remate entierra al Madrid B

El filial azulgrana aprovechó mejor las ocasiones

El Real Madrid no le duró ni media hora al Barcelona en el Miniestadi. La efectividad del grupo de Quique Costas fue aplastante en el primer tiempo, pues convirtió sus tres primeros remates en gol. El colectivo de Rafael Benítez, en cambio, desaprovechó una prometedora salida. Hurgó en los flancos azulgrana para meter dos balones de gol, que Dani desperdició en el remate. Los errores permitieron que los locales sentenciaran de forma rápida.Fue el azulgrana un cuadro mucho más curtido. Costas pudo contar esta vez, además del ruso Korneiev, con Luis y Jordi Cruyff, dos futbolistas que han trabajado un mes seguido con el primer equipo. Benítez, en cambio, tuvo que plantar en la cancha un equipo mucho mas inexperto, por las bajas de jugadores del peso de Sandro, Marcos o Jovicevic.

La precariedad madridista fue trascendental. El Barça tuvo siempre el mando del choque. Movido por Iván de la Peña, un futbolista que apunta grandes cualidades, el colectivo barcelonista realizó un juego fácil y al primer toque.

Ofreció el Barcelona un rondo de primera calidad que no pudo ser replicado por el Madrid, faIto de un organizador. El balón corrió siempre por la cancha blanca con criterio y el filial fue una copia del mejor Barcelona del año pasado. En el segundo tiempo el partido bajó de tono, de ritmo y de vistosidad. La inseguridad que mostró el portero barcelonista Angoy en un par de bloqueos despertó al Madrid. El equipo blanco se asomó algo más en ataque, propiciando el fútbol de contraataque azulgrana. Fue así como llegó la puntilla, con un segundo gol en la cuenta de Jordi Cruyff.

El Madrid mereció un mejor marcador por las opciones de gol que fabricó. Los delanteros blancos, sin embargo, fallaron remates claros a quemarropa. La salida de Velasco reanimó al Madrid. Un gol a la salida de un córner cambió un poco el rictus del equipo forastero. Angoy estuvo entonces seguro en un par de disparos consecutivos de los delanteros visitantes. El Madrid se animaba, pero era demasiado tarde. El Barcelona se echó muy atrás e intentó parar el partido con algunas acciones. Se produjeron entonces algunos escarceos entre uno y otro equipo que el colegiado no supo frenar Los balones aéreos fueron la principal amenaza del grupo visitante. No acertaron los zagueros barcelonistas a controlar el juego del rival con trario y acabaron en manos de un rival que, en cualquier caso, resultó indolente tanto en defensa como y en ataque.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_