Socialistas y populares trasladan su pugna a la campaña vasca, iniciada hoy
Los partidos vascos abrieron la pasada medianoche la campaña de las elecciones vascas del próximo día 23 en un clima de creciente expectación por la influencia en la política española que se atribuye a estos comicios y las incógnitas sobre la estabilidad del mapa electoral vasco abiertas en las pasadas europeas. Por primera vez, el PP ha empezado a contar en la política vasca, y su desafío al Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra (PSE-EE) ofrece posibles interpretaciones en clave de política española, pese a que el espectacular ascenso de los populares vascos en las elecciones de junio no constituye capital suficiente para disputar a los socialistas su hegemonía en el campo no nacionalista.
La continuidad de la línea ascendente del PP vasco y, más aún, un claro retroceso socialista permitiría los populares proclamar que el PSOE se bate en retirada, "también en Euskadi", ante el empuje popular.La participación en la campaña de los principales líderes de estos partidos, -muy intensa la del presidente del PP, José María Aznar, que ha visitado el País Vasco en tres ocasiones en estas semanas de precampaña-, sugiere, por lo demás, una reedición, esta vez, a control remoto y en el territorio de Euskadi, de la pugna entre ambos partidos.
Además de responder a ese reto, el PSE-EE está obligado a acreditar su candidatura a la Presidencia vasca, aunque este objetivo parece sumamente ambicioso, tras la implicación del ex vicesecretarlo general de los socialistas vascos, José Luis Marcos Merino, en el escándalo de corrupción conocido como caso 0sakIdetza - presunta manipulación de las oposiciones al servicio de salud vasco en favor de militantes socialitas y de UGT y a la vista de las encuestas preelectorales, que sitúan a los socialistas a 10 puntos del PNV. Especialmente por boca de Xabier Arzalluz, el PNV trata de aglutinar al electorado nacionalista, en especial el de Eusko Alkartasuna (EA), con un discurso de tinte radical en el que ha resaltado su desapego a la Constitución y ha aireado retóricamente el sueño independentista.
Posibles coaliciones del PNV
La amplia ventaja que le otorgan las encuestas le permite barajar todas las hipótesis de alianzas de gobierno, con los socialistas, con el PP, con Eusko Alkartasuna, e incluso esgrimir su disposición a gobernar en solitario. El mensaje que lanza implícitamente, no sólo en dirección al nacionalismo moderado representado por EA, sino también al conjunto del país, es que sólo el PNV permanece a lo largo de la historia.
Herri Batasuna (HB) lleva meses de precampaña tratando de recuperar a los 43.000 votantes perdidos en las últimas elecciones europeas, con movilizaciones de apoyo a los presos de ETA y un discurso en el que refuerza sus pretendidas señas de identidad izquierdista.En ese propósito, de vencer la tibieza que anida en los entornos del núcleo duro, fiel y militante deesta formación, sus máximos dirigentes simultanean declaraciones de la más pura ortodoxia, -"ETA es la vanguardia política de Euskadi"- con referencias a la ecología, el feminismo y los movimientos alternativos. Una paloma de la paz con una ikurriña en el pico reclama, obscenamente, el voto de quienes buscan la paz para HB. Los sucesivos reveses electorales han situado a EA en unaposición defensiva en la que más que tratar de atraer votos de los fieles al PNV o de HB, trata de evitar una nueva derrota que acabe con el partido. Ante el permanente ofrecimiento de "regresar a la casa del padre", formulada sin descanso desde el PNV, Carlos Garaikoetxea, candidato a su pesar, intenta "desenmascarar" el doble juego que atribuye a Xabier Arzalluz indicando que el presidente del PNV, pese a suscontundentes declaraciones, fue partidario de votar a favor de la Constitución. IU, con un crecimiento espectacular en los últimos comicios, puede entrar por vez primera en la Cámara regional, aunque parte de una notable debilidad organizativa en el País Vasco. IU intenta aglutinar a parte de los 100.000 votos de la desaparecida Euskadiko Ezkerra y beneficiarse del desgaste socialista.
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