Iliana, la segunda oportunidad

Iliana Duarte es la, segunda oportunidad cubana en la esgrima española. Miembro del equipo nacional de su país de origen hasta 1992 y con muchos éxitos en los Juegos Panamericanos y Centroamericanos, se quedó en España en 1993. También se cansó de la situación de Cuba, donde reside aún toda su familia. Había dejado la esgrima y ha vuelto. Actualmente se entrena y también ayuda a la federación dando clases como monitora en el Centro de Alto de Rendimiento en La Ventilla mientras espera la nacionalización. Es licenciada en educación física.

Iliana, aunque se ha formado un gran equipo de espada junto a Taimí Chappé con el resto de campeonas del mundo, las españolas Carmen Ruiz, Cristina Vargas y Rosa Castillejos, tiene calidad para estar en el grupo. Pero de momento sólo puede competir en torneos abiertos y con su club. Está a medio camino de dos patrias y lo único que quiere es una vida y una esgrima mejor.

España no puede echar mano de sus colonias para reforzar su élite, como Francia o el Reino Unido -Guinea apenas aportó la familia Jones en fútbol y atletismo-. Pero el deporte español, y cada vez más, sí ha tratado de nacionalizar atletas en cuanto ha podido. En el pasado la mayoría fue en los deportes colectivos importantes, como el fútbol y el baloncesto. Desde los más grandes como Di Stéfano, Kubala, Puskas, Brabender o Luyk, hasta otros mucho más modestos en la operación oriundos que fue amplia y hasta tramposa. En los últimos tiempos ha seguido la norma, más en baloncesto que en fútbol o balonmano, pero también las incorporaciones se han producido en los deportes individuales, como en atletismo con Sandra Myers o ahora en la esgrima con Taimí Chappé.