Humor catalán
Sin duda, el humor catalán se encuentra en uno de los mejores momentos de su historia. El martes 27 de septiembre, en la televisión pública, en TV-3, en un programa ínfimo -en televisión todo puede ser ínfimo, menos el impacto, menos la audiencia-, el humor catalán dio pruebas de sí mismo, resplandecientes, generosas. El muchacho, concienzudo, agudísimo, preguntaba a la escritora, a Isabel Clara-Simó, en concreto:-¿Usted se enamoraría de un castellano?
La pregunta fue recibida con extrema naturalidad por todos los presentes, no en vano todos los presentes habían demostrado un humor a prueba de sí mismos. La señora Isabel Clara-Simó contestó, aproximadamente:
-El amor es un sentimiento irracional, y por tanto...
Luego añadió que en la época de la dictadura de Franco le hicieron esta pregunta, refiriéndose a un fascista, y su respuesta abundó en lo mismo: "El mundo de las pasiones es absolutamente incontrolable".
Yo, que no vi el programa, he llamado a la señora Simó para comprobar todo esto, en el docto ejercicio de mi responsabilidad deontológica. La señora Simó asegura que todo es verdad, aunque añade que cuando le hicieron la pregunta contestó, antes de responder cualquier otra cosa:
-¡Qué barbaridad!
Pero luego dijo lo que he dicho.
El suceso me lo explica una señora catalana, que ha dirigido una carta de protesta al director de la televisión pública. De esa carta -de la que amablemente me envía una copia- yo entresaco un párrafo, de humor también, de humor triste: "Debo de ser totalmente irracional: me casé con un castellano. Pero he tenido suerte: todavía no estoy infectada".
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