Una raqueta precoz
Victoria de la suiza Martina Hingis en su debú como tenista profesional a la semana de cumplir 14 años
El circuito femenino tiene prisa por engullirla. Martina Hingis, nacida en la República Checa y nacionalizada suiza, cumplió los 14 años hace menos de una semana y debutó ayer como profesional en el torneo de Zúrich, en Suiza. Lo hizo con buen pie puesto que ganó a la estadounidense Patty Fendick por 6-4, 6-3. Hingis, campeona junior de Roland Garros y de Winibledon, y finalista del último Open de Estados Unidos, es la última esperanza del tenis femenino mundial y una hipotética tabla de salvación para un deporte cada vez más necesitado de estrellas. Es una de las últimas jugadoras que podrán acceder con relativa libertad al circuito de la WTA. A partir de enero del próximo ano se aplicarán normas de ,acceso mucho más restrictivas.El torneo de Zúrich perdió a la alemana Steffl Graf, lesionada, y a la checa Jana Novotna pocos días antes de su inicio. Sin embargo, ha vendido prácticamente la totalidad de las entradas. El motivo, presenciar el debú como profesional de la mejor jugadora suiza del momento, Martina Hingis.
A pesar de sus 14 años, Hingis despierta expectación. En los torneos del Grand Slam. sus partidos son los únicos que siguen con cierta asiduidad los expertos en tenis. Se espera mucho de ella. "No hay ninguna jugadora a la que quiera parecerme", explica la joven tenista. "Quiero ser yo misma, con mi estilo propio y mi propia personalidad". Tras vencer a Fendick, Hingis se enfrentará en Zúrich a la francesa Mary Pierce. "Pero eso no me quita el sueño", confiesa."Sé que en el circuito profesional las cosas son muy distintas: nadie te regala nada" comenta. "En juniors se cometen muchos fallos gratuitos. A partir de ahora mi preparación debe ser mejor. Por eso he empezado ya a entrenarme con más dureza".
En 1993, Hingis se convirtió en la jugadora más joven de la historia que ganaba el júnior de Roland Garros. Lo hizo con 12 años y 8 meses. Desde entonces ha perdido contados encuentros en la categoría de menos de 18 años. Este año se ha proclamado también campeona absoluta de Suiza. "Creo que tengo nivel para estar entre las 100 mejores del mundo", dice, a pesar de que su clasificación actual es baja, 380a de la WTA.
Hingis nació en Kosice (República Checa) y a los dos años ya jugaba con una raqueta. Su madre, Melanie, jugadora de primera categoría en su país, escogió el nombre de Martina -en homenaje a la ya entonces norteamericana Martina Navratilova- y ha dirigido toda la carrera de su hija. Melanie no quiso que su hija se criara en un país comunista que a la larga censurara las ganancias de su hija. Así que no dudó en divorciarse y trasladarse con Martina a Suiza, un país sin trabas económicas y con más posibilidades para entrenar.
"Mi madre es mi mejor amiga", asegura Martina. "Nunca me ha presionado. Y es quien mejor sabe lo que necesito en cada momento". El debú de Hingis ha despertado inquietud. Algunos ven un segundo caso Capriati (la niña prodigio norteamericana que acabó a los 18, años con problemas con las drogas). "Eso no me sucederá", argumenta Martina. "No soy como ella. Tengo plena confianza en las personas que dirigen mi carrera".
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