Fútbol en la sala oval del Camp Nou

Llevaban ya varias juntas, meses, años incluso, sin hablar de fútbol. Los directivos del Fútbol Club Barcelona se reunían en la sala oval del Camp Nou y, uno tras otro, los presidentes de cada comisión despachaban como gestores profesionales los asuntos de su negociado. Hace tiempo que el máximo dirigente, Josep Lluís Nuñez, acabó con las tertulias y charlas en que derivaban muchas de las reuniones mensuales de los dirigentes para convertirlas en sesiones de trabajo y ejercicios de responsabilidad. Hablar de fútbol estaba casi prohibido. El nombre de Johan Cruyff ni se mentaba. El técnico es el responsable de la parcela deportiva y, consecuentemente, en la junta sólo se hablaba de administrar. Pero el lunes todo cambió y el vicepresidente Joan Gaspart sorprendió a la concurrencia con un informe sobre el primer equipo. Dos conclusiones: el equipo no depende de los resultados y la confianza en Cruyff es absoluta.Fue la víspera de que el Barça lograra un resultado positivo, aunque en un encuentro amistoso, ante el actual líder de la Liga italiana, el Roma, en cuyo estadio olímpico empató a tres (goles de Iván, Nadal y un defensa italiano en propia puerta).

Se podía preguntar al final de la exposición que realizará el presidente de la deportiva -eso sí- por asuntos concretos o, simplemente, para pedir información. Desde que Cruyff consiguió que sus únicos interlocutores fueran Núñez y el vicepresidente Joan Gaspart -los tres forman, junto con Carles Rexach, la comisión técnica- la mayoría de directivos es consciente de que según qué demandas, pueden ser inoportunas, porque cuestionarían la composición de la comisión en cuestión.

Reactivación del equipo

El lunes, sin embargo, algo debió intuir Gaspart al inicio de la reunión. Quizá tuvo la sensación de que alguien le podía preguntar, al final de su exposición, si él o quien fuera se había atrevido a preguntarle a Cruyff cómo pensaba reactivar al equipo. O O si sabía qué pasaba con Romario. O cómo se podía reconducir el asunto- Força Barça. O cómo estaban las relaciones entre el vestuario y el entrenador. Y Gaspart, para evitar posibles tentaciones, decidió sorprender a la mayoría con un informe sobre la situación de la plantilla en el que invitaba a mantener la tranquilidad actual, puesto que el equipo no depende de los resultados.

Fue el propio secretario y portavoz de la directiva, Josep Maria Antrás, quien anunció, al final de la reunión, que el apartado deportivo había sido analizado a petición de Gaspart, porque "de no haberlo hecho no se hubiera tratado". Directivos consultados por este diario, coincidieron en señalar que la actitud del vicepresidente obedece aun interés por responder a inquietudes internas y una necesidad de sembrar tranquilidad en un entorno exterior muy cargado.

"Gaspart se anticipó simplemente a las posibles preguntas que se le podían hacer", resumió un alto directivo. "Trató de darnos a entender que, a pesar de la situación del equipo, no hay que perder la calma. La consigna es clara: hay que esperar a final de temporada para hacer balance".

No se cuestiona a Cruyff. Los directivos comparten las quejas del técnico sobre el alto precio de la factura del Mundial -hay fatiga y falta de atención- y la acumulación imprevista de lesiones. Cruyff no ha repetido equipo, quizá porque no ha podido, pero no existe un equipo titular. Hay, sin embargo, dos cuestiones que preocupan: los fichajes no cuajan de momento y hay cierta sensación de que en la pretemporada se perdió el tiempo con la reorganización en la cancha que el entrenador intentó poner en práctica, que alteró el comportamiento del equipo.