Imagen

La imagen es lo que importa, caída en una cierta desgracia la publicidad y empachados los ciudadanos de información. La imagen, que es una inaprehensible sustancia, mezcla de comunicación y corbatas; algo que retumba más en el inconsciente que en el consciente de los ciudadanos. Tres en la última semana.Una. Los asesinos de Cédras persiguen a un indefenso manifestante pro Aristide. Le acosan y le apuntan con sus armas ante una veintena de fotógrafos. Cuando los periodistas están ya colocados, uno de los asesinos dispara varias veces contra el desgraciado. Los fotógrafos no hacen el menor intento de impedir, su muerte. ¿Qué podían hacer? Quizá nada, quizá negarse a hacer la foto. Quizá sin ellos no habrían disparado. No lo sabemos. El asesino cuidaba su imagen.

Dos. El toro. Todos los periodistas sabemos que lo del toro es algo más que una directiva europea. Todos sabemos que es una campaña de imagen que conduce con mano sabia Julio Feo por cuenta de Osborne. Todos escribimos del toro cuando quiere Feo. Quizá sin Feo no hablaríamos del toro.

Tres. Felipe González comparece en la televisión para predicar. En el bolsillo de su chaqueta llevaba unas normas de conducta ante la cámara. Felipe dice lo que piensa en el Parlamento y ante los periodistas. Pero piensa que nadie le escucha. Un grupo de asesores le convence de la jugada maestra: prédica sin contrarios que le hagan preguntas incómodas. Presunta cercanía, amañada con las normas de los expertos, a la audiencia.

El haitiano muerto, el toro y Felipe son resultados de un estudio de imagen. A mí me hubiera gustado que el primero viviera, que al segundo lo salvara Bellas Artes y que el tercero hiciera mejores discursos en el Senado. Ahora quieren convencer a los magistrados de la Nécora de que sentencien por imagen. ¿Aguantarán?